Como buen periodista, Manuel Chaves Nogales se pateó domicilios, embajadas, cárceles, iglesias, establos, comisarías, ministerios, morgues y ateneos. Lo que más le gustaba era andar por ahí. Por eso, 80 años después de su muerte, su escritura se parece tanto a una descripción que él mismo hizo de una antigua y populosa calle sevillana: sin síntomas de envejecimiento, plenamente actual, inquieta y vibrante, renovándose a ojos de cada nueva generación. Convertido ya en un clásico habitual en las librerías, en este 2025 su obra ha pasado al dominio público y se prevé un alud de publicaciones bajo su nombre, entre reediciones, compilaciones y recuperación de inéditos.Más informaciónPara empezar, Confluencias ha publicado El maestro Juan Martínez que estaba allí a modo de reportaje por entregas, como apareció en la revista Estampa, que durante la Segunda República llegó a vender 200.000 ejemplares. Prologado por María Isabel Cintas Guillén —que en 1993 publicó la primera compilación de Chaves con la Diputación de Sevilla—, el libro reproduce las mismas ilustraciones, fotos y anuncios de aquel tiempo, como caramelos para la tos y ungüentos contra las canas.La publicación explica las aventuras del bailaor Martínez en la Revolución Rusa a partir de los episodios que Estampa publicó entre marzo y septiembre de 1934. A modo de cliffhanger, cada capítulo avanza el siguiente, con títulos como El desvalijador de cadáveres, Tú eres un espía o Lo que yo hice en Moscú durante los 20 días que conmovieron al mundo.El pasado febrero Alianza lanzó otro Maestro Juan Martínez y también La agonía de Francia, prologado por Francisco Cánovas Sánchez, autor de una biografía de Chaves publicada en la misma editorial. Además, publicarán Juan Belmonte, matador de toros, y el clásico A sangre y fuego, prologado por Andrés Trapiello. Por su parte, Libros Alcaná reedita Narraciones maravillosas y biografías ejemplares de algunos grandes hombres humildes y desconocidos, el primer libro de Chaves (Sevilla, 1897-Londres, 1944), que vio la luz en 1920.Retrato Manuel Chaves Nogales, en 1928.EFEDesde Sevilla, Renacimiento lanza otro A sangre y fuego prologado por Trapiello, otro Belmonte y también Lo que ha quedado del imperio de los zares (sobre el éxodo ruso a partir de 1917), con prólogo de Fernando Iwasaki. Y, entre otros escritos inéditos, publicarán una veintena de reportajes de la revista francesa Match que no llevaban la firma del periodista, pero cuya autoría Abelardo Linares, director de la editorial, le atribuye a partir de su estilo y porque algunos de esos reportajes sí aparecieron con su firma en medios latinoamericanos. En 2024 el mismo sello lanzó Junto al pueblo en armas: Los editoriales del diario ‘Ahora’ bajo la dirección de Manuel Chaves Nogales, algunos de los cuales se le adjudican al autor sevillano a partir de un estudio de Juan Carlos Mateos Fernández, doctor en Ciencias de la Información de la Complutense, autor de la compilación.Mucho texto sumergidoEn todo caso, sobre Chaves queda mucho por investigar. “De su obra solo conocemos la punta del iceberg, hay mucho texto sumergido y no es fácil seguir su rastro”, advierte Linares. Desde Renacimiento llevan años buscando sus escritos en revistas y periódicos en Cuba, Guatemala, México, Colombia, Brasil, Chile, Argentina o Uruguay —la mayoría sin digitalizar—, y saben que armar su obra es un rompecabezas.También en Sevilla, la editorial El Paseo va a publicar Gentes del sur y otros escritos sobre Andalucía, una antología a cargo de Ignacio F. Garmendia. Y están preparando tres tomos con textos sobre la Segunda Guerra Mundial, compilados por Yolanda Morató, investigadora y traductora de Chaves, que en 2023 publicó para Renacimiento Manuel Chaves. Los años perdidos: (1940-1944). Además, en su filial El Paseíllo están preparando otro Juan Belmonte que suma textos taurinos y un prólogo del cineasta Albert Serra, autor de Tardes de soledad.Pero ¿hay lectores para tanto Chaves? Está Sant Jordi, la Feria del Libro de Madrid, la de Sevilla y las Navidades, así que las editoriales creen que sí. También lo creen en Libros del Asteroide. “Chaves Nogales es ya un clásico. Y las ventas van a seguir sosteniéndose en el tiempo”, explica su director, Luis Solano. En Libros del Asteroide conocen bien su mercado: en 2007 empezaron a publicar El maestro Juan Martínez, al que siguieron el Belmonte, A sangre y fuego, La agonía de Francia y La vuelta a Europa en avión, y cada uno de ellos ha sido reeditado al menos una decena de veces.Chaves Nogales, en una de las fotos tomadas por el reportero gráfico Contreras durante su viaje a Sidi Ifni en 1934.Archivo herederos Manuel Chaves NogalesAdemás, entre 2020 y 2024 la editorial barcelonesa publicó sus Obras completas y Obra esencial, y tal vez por eso se toman con una flema muy british este oficioso Año Chaves Nogales. “Sabíamos que su obra llegaba al dominio público y nos quisimos anticipar. Hicimos un esfuerzo grande de trabajo, de inversión y de difusión”, detalla Solano. Y no temen al alud de publicaciones: “Nuestros libros están bien hechos, a buen precio y son bonitos. Cuando un libro funciona, las reposiciones en las librerías normalmente las hacen con las referencias que ya tienen”, advierte.Veremos si la fiebre chavista se mantiene. Para Juan Miguel Sánchez-Vigil, doctor en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, la popularidad de Chaves no va a menguar. “Es un autor que escribe fenomenal, que contextualiza muy bien. En su época se le leía mucho porque rompió con el encorsetamiento de literatos del periodismo de antes”.Charo Ramos, comisaria de la exposición Chaves Nogales. Cuadernos y lugares, celebrada en 2020 en el Centro Andaluz de las Letras, coincide en subrayar su calidad estilística y su lucidez interpretativa. Y destaca su labor como director de periódicos: pagaba bien a su plantilla y colaboradores —además, fichó a Valle Inclán, a los Machado, a Unamuno y a Baroja, entre otros— y trabajó en la incorporación plena de mujeres periodistas en la redacción.Pero, extrañamente, Chaves no es un habitual en las aulas académicas. “El hecho de que se hable mucho de él no significa que se estudie. En las universidades pasa desapercibido. Es una cuestión de superficialidad, no se profundiza”, denuncia Sánchez-Vigil. Para Ramos el problema reside en que los planes de estudio “siguen relegando las obras periodísticas porque no acaban de asumir que el periodismo es también un género literario”, cuando la obra del sevillano “por su hondura intelectual y belleza formal forma parte de la mejor literatura española del siglo XX”, afirma.Chaves publicó una decena de libros en vida, todos prohibidos en los años negros del franquismo, excepto Juan Belmonte. Lleva años viviendo una resurrección, pero falleció solo, exiliado en Londres. Su cuerpo descansa en el cementerio de North Sheen, en una tumba sin lápida. Así lo ha querido su familia, ateniéndose a los hechos y para no reescribir la historia. Una lección aprendida a partir de la vida y la obra del periodista.

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