Quien siga en Instagram la cuenta oficial de Tina Turner podría tener la sensación que la cantante sigue en este mundo, a pesar de que la reina del rock and roll falleció el 24 de mayo de 2023, a los 83 años, tras una larga enfermedad. Desde entonces, su perfil en la red social —donde acumula 1,2 millones de seguidores— se ha convertido en un museo digital de sus actuaciones memorables, imágenes inéditas y un lugar donde recordar el legado de la artista estadounidense. Lo mismo ocurre con su página web oficial, donde sus fans pueden seguir adquiriendo productos de colección, así como toda su discografía y ediciones especiales de la misma. Pero uno de los últimos productos añadidos al catálogo de venta ha desatado las críticas de sus seguidores en redes sociales y ha tenido que ser retirado cuando apenas llevaba 24 horas a la venta. Y eso que llevaba el sello y la aprobación de quien fue el estilista de Tina Turner.Se trataba de una peluca inspirada en su peinado original y que pretendía convertirse en un nuevo objeto de colección para sus seguidores. Tenía un precio de 1.000 euros y comenzó a publicitarse a comienzos de esta semana, tal y como señala The Hollywood Reporter. “La peluca oficial de Tina Turner ya está aquí y es simplemente la mejor. Creada por su estilista de toda la vida, Arthur Johns, esta obra maestra con licencia oficial está hecha 100% con cabello humano y viene con un certificado de autenticidad firmado. Disponible exclusivamente para reservar en la tienda oficial de Tina. ¡Conviértete en una Tina aún más especial”, afirmaba el texto publicado en su perfil de Instagram, del que ya no queda rastro. Más informaciónLa peluca tampoco aparece ya en su página web, donde sí que están disponibles otros de los objetos añadidos recientemente. Pero su creador no entiende cuál ha sido el motivo de la polémica que ha motivado su retirada, tal y como ha explicado en exclusiva al citado medio especializado en la industria de Hollywood. “Tina llevaba ese pelo. Si investigas, verás que ese rizo era muy popular en los noventa y principios de los dosmil”, afirma en la conversación. Y añade: “Lo que no se ve es a Tina en el escenario después de 25 minutos, peinándose, meneándose y con el pelo alborotado y desenfrenado. Pero ese era el pelo, ese era el peinado y ese era el rizo del color”.Pese las explicaciones de su estilista, la realidad es que los seguidores no la compraron: bien por el elevado precio del producto o por su poco parecido al original. “¡Parece la pequeña huérfana Annie!“, fue uno de los comentarios de uno de los usuarios en Facebook. Otros compararon la peluca con la que llevaba Olivia Newton-John en Grease. Precisamente fue esa peluca la que hizo que Arthur Johns comenzase a trabajar con la intérprete de Proud Mary. “Tina me llamó y me dijo: ‘Arthur, me encanta lo que haces con el pelo de Olivia. Me encanta todo ese color. Lo que estoy haciendo ahora mismo es cardarme el pelo, pero no me sale. Sí, soy negra, pero no soy soul. Soy rock and roll, y quiero que mi pelo salga volando”, recuerda el estilista en la conversación con The Hollywood Reporter. En 2018, la artista habló ante las cámaras de la CBS acerca de cómo el uso de estas pelucas le ayudó a enfrentarse a sus propias inseguridades: “Nunca pensé que fuera atractiva. Intenté serlo. De ahí vienen las pelucas, el maquillaje y los vestidos. Tenía que ponerme muy guapa. Tenía que trabajar en eso. Cuando ahora miro aquellas fotos digo: ‘Sí, hice un buen trabajo”. Tina Turner durante una actuación en Londres.Lorne Resnick (Redferns)Johns afirma que la reacción negativa es, en parte, culpa de la modelo que escogieron para fotografiarla. “Escuché que a un par de personas les molestó que la modelo no fuera negra, pero la chica que usamos era mitad asiática y mitad negra, aunque no parece negra en la fotografía. Es decir, desde luego no se parecía a Tina”, explica, intentando justificar el fracaso de la venta. Junto a esta peluca se puso a la venta unas fotografías nunca antes vistas de la artista como Aunty Entity, capturadas durante la producción de Mad Bax: más allá de la cúpula del trueno (1985). Tiene un precio de 150 euros y está limitado a 100 ediciones en todo el mundo para conservar su exclusividad.

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