American Sublime, de la retratista afroamericana Amy Sherald, ha sido una de las exposiciones del año a su paso por los museos de Arte Moderno de San Francisco y Whitney, en Nueva York, donde cerrará en agosto. Hasta este jueves, estaba previsto que también fuera la sensación de la nueva temporada en Washington, como parte del programa de la National Portrait Gallery. Sherald, que conquistó la fama más allá del arte después de pintar a Michelle Obama, esposa del expresidente Barack Obama, suspendió la exposición tras denunciar “censura”. Su decisión de no cumplir lo pactado con la institución del Smithsonian, red de 21 centros gratuitos que dependen del Gobierno federal, se debe a la sugerencia, según la artista, que le hicieron los gestores del Museo Nacional del Retrato, que cuenta la historia de Estados Unidos a través de sus personajes, de retirar de la última parada de la gira de American Sublime el cuadro Trans Forming Liberty (2024), que representa a una persona trans no binaria que posa a la manera de la Estatua de la Libertad. El cuadro ‘Trans Forming Liberty’ (2024), de Amy Sherald.Según Sherald, el Smithsonian le invitó a sacar la obra del recorrido para no enfadar a Donald Trump, que tiene en el punto de mira a la institución y ha embarcado al Gobierno en una campaña contra las personas trans desde su regreso a la Casa Blanca.“No culpo a nadie en concreto”, escribe Sherald en el comunicado con el que hizo pública su cancelación. Es evidente que hay miedo en las instituciones, y que este viene condicionado por un clima más amplio de hostilidad política hacia las vidas trans”. La artista también dice que “en conciencia” no “puede acatar” esa “cultura de la censura, especialmente cuando se dirige contra comunidades vulnerables”. “En un momento en que las personas transgénero están siendo silenciadas y puestas en peligro en todo el país, el silencio no es una opción”, afirma Sherald.La National Portrait Gallery fue, irónicamente, el escenario de su consagración. Allí expuso en 2018 el cuadro de Michelle Obama junto al que hizo de su esposo el artista Kehinde Wiley, otro nombre esencial en la renovación del lenguaje del retrato afroamericano contemporáneo. Aquella muestra, gratuita, la visitaron cuatro millones de personas. Después, emprendió una exitosa gira por el país. Ambos cuadros fueron un encargo del museo, que tiene entre sus encomiendas colgar de sus paredes pinturas o fotografías de todos los presidentes y, desde un tiempo más reciente, también de las primeras damas. Según Sherald, fue el secretario del Smithsonian, el historiador afroamericano del arte Lonnie G. Bunch III, quien sugirió reemplazar el retrato de la discordia por un video sobre las reacciones de los visitantes al cuadro. La artista decidió entonces cancelar la exposición. El miércoles envió una carta a Bunch, según The New York Times, el medio que adelantó la noticia, en la que le decía: “Acepté esta colaboración de buena fe, convencido de que la institución compartía el compromiso de presentar obras que reflejaran la realidad plena y compleja de la vida estadounidense. Desafortunadamente, ha quedado claro que las condiciones ya no permiten la integridad de la propuesta tal como fue concebida”.’Mother and Child’, (2016), óleo sobre lienzo de Amy SheraldCortesía de Anita Blanchard y Martin NesbittEl Smithsonian contestó con un comunicado en el que se destaca la historia en común de la institución con Sherald. “Si bien comprendemos la decisión de Amy de retirar su exposición, nos decepciona que el público del Smithsonian no tenga la oportunidad de experimentar American Sublime”, dice el texto. “Al presentar y contextualizar el arte, el Smithsonian busca inspirar, desafiar e impactar al público de maneras significativas y reflexivas. Desafortunadamente, no pudimos llegar a un acuerdo con la artista”.El decreto de TrumpEl pasado mes de marzo, Trump firmó un decreto con el que intervino de facto en los museos Smithsonian y en el zoo de Washington, también de gestión federal. La decisión ejecutiva se tituló Restaurando la verdad y la cordura en la historia de Estados Unidos, y en ella ordenó que se emprendiera en esas instituciones una limpieza de “ideología inapropiada, divisiva o antiamericana”. Tambien encargaba esa tarea al vicepresidente, J. D. Vance. Como sucede con muchas de sus decisiones, no está claro el alcance de esa orden, más allá del despido o dimisión de algunos conservadores (entre ellos, Kim Sajet, directora de la NPG, a la que Trump señaló), la eliminación de los programas de inclusión de los museos y, como ha quedado demostrado con Sherald, la propagación del miedo entre las instituciones y de un cierto mecanismo de censura previa. La Casa Blanca le dijo al Times que “la eliminación de la muestra es una medida necesaria y de principios” para restaurar la función que le suponen al Smithsonian. El autor de esa declaración pareció ignorar que nadie eliminó la exposición, y fue la propia artista la que no quiso pasar por el aro de las nuevas condiciones del museo.La modelo de Trans Forming Liberty se llama Arewà Basit. Es una artista, actriz, cantante y compositora trans no binaria. En la audioguía de la exposición, que se puede consultar en la web del Whitney, Basit explica: “Cuando veo el cuadro, recuerdo todos esos años en los que me obligaron [en la escuela] a recitar el Juramento a la Bandera. Fue al ver esta versión de la Estatua de la Libertad cuando descubrí el verdadero significado de esas palabras. Es realmente una mujer empoderada, que empodera y que representa la plenitud de lo que la libertad y la justicia tienen que ofrecer y lo que pueden significar”.’What’s Precious Inside of Him Does Not Care To Be Known By The Mind in Ways that Diminish Its Presence (All American)’ (2017), retrato de la artista Amy Sherald.La exposición American Sublime propone un recorrido por la obra de Sherald, de 51 años. Es famosa por sus retratos llenos de dignidad de modelos afroamericanos, a los que pinta a base de expresivos campos de color, con una mezcla de optimismo e inquietud y empleando una escala de grises que le sirve para reflexionar sobre las trampas de la identidad. El resultado es una indagación en el lugar de las personas negras en la sociedad estadounidense antes y después del asesinato de George Floyd que desató las protestas antirracistas del movimiento Black Lives Matter, conquistas que la nueva Administración de Trump trata de revertir.Uno de los iconos de aquella ola de protestas fue, precisamente, un retrato que Sherald hizo de Breonna Taylor, una enfermera a la que mataron unos policías en su casa de Louisville (Kentucky). Aquella muerte contribuyó a encender la chispa de las protestas. La revista Vanity Fair hizo una notable excepción al poner el cuadro en la portada de su número de septiembre de aquel año. La pintura original está incluida en la muestra que ya no se podrá ver en Washington.Portada de ‘Vanity Fair’ de septiembre de 2020, con un retrato de Breonna Taylor por Amy Sherald.

La retratista de Michelle Obama cancela su exposición en un museo del Smithsonian tras denunciar censura para no enfadar a Trump | Cultura
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