Acaba de cerrarse en la Corte Suprema uno de los capítulos judiciales contra Carlos Palacino, el ‘zar’ de Saludcoop que estuvo detrás del millonario saqueo a la que, a comienzos de siglo, llegó a ser la EPS más grande del país. La Corte dejó en firme la condena de 10 años de cárcel contra Palacino y la obligación de devolver más de 120.000 millones de pesos a la Nación. Esa decisión, que ratifica las de primera y segunda instancias, constituye una demostración de que, en el marco del derecho –esto es, cuando existen pruebas reales y debidamente evaluadas por las autoridades y no meras declaraciones de funcionarios públicos, por alta que sea su investidura– la institucionalidad colombiana sí actúa contra quienes se roban la plata de la salud.Saludcoop fue intervenida y liquidada, y los efectos colaterales de su crisis aún se sienten en el país. La caída del imperio que Palacino construyó con el uso ilegal de la plata pública se precipitó por valientes intervenciones de la Contraloría General de la República, especialmente la de Sandra Morelli, en momentos en los que el famoso y controvertido actuario gozaba de la cercanía con poderosos personajes de la vida nacional, algunos de los cuales están hoy reencauchados en el servicio público.En 72 páginas, la Sala Penal se negó a casar la sentencia y ratificó que Palacino “incumplió las obligaciones básicas de aseguramiento en salud, en perjuicio de los afiliados y la sostenibilidad del sistema a un punto tal que, como lo destacó el Tribunal (de Segunda Instancia), la entidad colapsó y tuvo que ser intervenida y liquidada debido a malas prácticas financieras y manipulaciones contables que simulaban el cumplimiento de las obligaciones derivadas del POS, las cuales afectaron la sostenibilidad del sistema de salud”. Lo que determinó la justicia fue que Palacino y sus alfiles maquillaron los números de Saludcoop para poder desviar plata que debía ir a la atención de sus usuarios y no a los proyectos de expansión del poderoso grupo empresarial y al suntuario tren de vida de sus ejecutivos. “La contabilidad mal llevada y los estados financieros mal elaborados eran una forma de ocultar el peculado para, ante visitas o investigaciones de los entes de control, poder demostrar una liquidez que solo existía en el papel”, dijeron los jueces.Hasta el último momento, asesorado por reconocidos abogados, Palacino se jugó todas las cartas posibles para burlar la justicia. Y una de las más llamativas fue la de asegurar que sus actuaciones se enmarcaron en los conceptos que en su momento le dieron reconocidos juristas a su servicio, entre ellos “un exmagistrado de la Corte Constitucional”.La Corte desechó ese y los otros argumentos. Sobre esos conceptos, mantuvo incólume lo que dijeron las instancias previas: “Palacino acudió a ellos (los asesores) a fin de justificar su ya emprendida estrategia de expansión empresarial en desmedro de las funciones de aseguramiento, promoción y prestación del servicio de salud, la cual mantuvo pese a las advertencias de los organismos de control, en un entorno de incumplimiento sistemático y prolongado de obligaciones básicas y manipulación contable de los estados financieros, hasta que la entidad se volvió insostenible y, años después, tuvo que ser intervenida y liquidada”. ¿Qué tendrá para decir de estas afirmaciones, validadas por la máxima instancia de lo penal en el país, el hoy ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, que en su momento fue uno de los más renombrados (y bien pagados) asesores jurídicos del ‘zar’ de Salucoop?JHON TORRESEditor de EL TIEMPOEn X: @JhonTorresET

Saludcoop, Palacino y sus renombrados asesores jurídicos
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