El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles, un texto presentado por el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy. La nueva norma pone el foco en la lucha contra la desigualdad. Por ello, garantizará que se sirvan cinco comidas saludables a la semana en todos los centros educativos que cuenten con este servicio de alimentación y desterrará la bollería industrial de cantinas y máquinas expendedoras. Actualmente, hay 1.200 comedores en los que nunca se ofrece pescado, según estima el ministerio en base a los datos del informe de resultados del Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria 2021-2025.Este real decreto exige servir entre una y tres raciones a la semana, una frecuencia que supondrá un incremento notable de su consumo a nivel nacional. Por otra parte, el Gobierno da luz verde a la introducción obligatoria de menús 100% vegetales para los alumnos que no quieran comer proteína animal, una medida que las familias veganas demandan desde hace años y que se materializará durante el próximo curso académico. Se exigirán alternativas alimentarias por motivos éticos o religiosos, como ya ocurría con las alergias e intolerancias.La norma también garantiza una mayor ingesta de legumbres, cereales integrales y proteínas de origen vegetal en los centros públicos, concertados y privados de educación infantil, primaria, especial, secundaria obligatoria, bachillerato o con ciclos de formación profesional de grado básico y medio que cuenten con servicio de comedor. Se promociona su presencia en los menús debido al alto valor nutricional que ofrecen y a los beneficios que llevan aparejados durante el desarrollo.En la actualidad, según los datos facilitados por las propias comunidades autónomas, hasta el 14% de los centros escolares desoye el consejo de servir legumbres, al menos, una vez a la semana. Ahora será obligatoria la presencia de proteína de origen vegetal en el segundo plato. En el caso de los cereales, se exigirá que al menos dos veces por semana el pan sea integral y se servirá arroz o pasta integral, al menos, cuatro veces al mes.La normativa se guía por las recomendaciones de organismos científicos y sanitarios como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición o la Organización Mundial de la Salud (OMS). De esta forma, ha explicado Bustinduy, el real decreto asegurará que todos los niños y adolescentes accedan a diario a una alimentación sana, nutritiva y variada, con independencia del nivel de renta de sus familias.El comedor escolar es una herramienta fundamental para reducir la desigualdad y garantizar el derecho de todos los menores a tener una alimentación de calidad y a adquirir hábitos nutricionales saludables para el resto de su vida. Casi la mitad de los alumnos, de los que tienen entre seis y nueve años y pertenecen a familias con ingresos inferiores a 18.000 euros anuales, padecen sobrepeso, propiciado por la dificultad para consumir a diario alimentos frescos y la imposibilidad de realizar desayunos completos.Un alumno asiste al comedor escolar de un colegio en Madrid.LUIS SEVILLANOLos centros educativos tendrán que garantizar, al menos, el 45% de las frutas y hortalizas de temporada para fomentar modelos de comedores más sostenibles y reforzar la producción local. Esta es una tarea reseñable, a juicio de Bustinduy, ya que supondrá un beneficio a los agricultores y ganaderos españoles en un contexto difícil como el actual, debido a la guerra arancelaria internacional iniciada por Estados Unidos. Al menos dos platos al mes o el 5% del gasto debe destinarse a la producción ecológica. El texto promueve, además, la instalación de fuentes de agua accesibles para el alumnadoMenús especiales por motivos éticos“La inclusión de la disponibilidad de menús especiales por motivos éticos y religiosos es un aspecto novedoso, muy relevante y un gran paso adelante, porque por primera vez en un texto normativo de ámbito estatal se contempla esta posibilidad, tal y como ya se valoraba en la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición de 2011 por motivos de salud para personas con alergias e intolerancias”, explicaban fuentes del ministerio a este diario en febrero, mientras se tramitaba la medida, aprobada este martes.Hasta el momento, no existía una regulación homogénea sobre el asunto. La normativa dependía de las comunidades y la decisión, en muchas ocasiones, quedaba a criterio de las propias escuelas y de los encargados de coordinar este servicio: la dirección del centro, las asociaciones de familias del alumnado o las empresas de catering. Ninguna autonomía exigía la introducción de una opción vegana en los centros educativos. En el País Vasco, por ejemplo, los colegios no tenían que ofertar un menú 100% vegetal, pero sí uno sin carne de cerdo y otro ovolactovegetariano.Hace menos de tres meses, el hijo de Gracia Osuna, de cinco años, consiguió llevar su propia tartera al comedor escolar, después de pedir durante más de un año una alternativa vegana en su centro escolar público, ubicado en Palma (Mallorca). Terminó recibiendo dos alternativas: separarle los productos de origen animal del resto de alimentos, cuando fuese posible, o llevar su táper. Osuna eligió la segunda, reabriendo el debate sobre las opciones alimentarias por cuestiones éticas.Sin bollería industrialPor otra parte, no se va a permitir servir bebidas azucaradas, energéticas y con alto contenido de cafeína en las comidas, ni tampoco venderlas en las máquinas expendedoras o en las cafeterías ubicadas en los centros educativos. En esta línea, también se eliminará la bollería industrial. No se podrán vender productos que superen un contenido máximo de cinco gramos de azúcares por porción envasada y que incumplan los criterios recomendados por organismos como la OMS sobre los límites para la ingesta de grasas, azúcares y sal.El valor energético por unidad no debe superar las 200 kilocalorías para repartir la energía necesaria a lo largo del día: el 25% en el desayuno, —o bien el 15% si este es ligero y se complementa con un 10% en el almuerzo— el 35% en la comida del mediodía, el 10% en la merienda y el 30% restante en la cena.En la actualidad, tal y como detalló el informe del Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria, casi el 70% de las máquinas expendedoras se salta los criterios nutricionales recomendados, mientras que en las cafeterías de estos centros el incumplimiento es todavía mayor, afecta al 74% de las mismas.Coto a las friturasLa nueva normativa limitará los platos precocinados. Las comidas como las pizzas o las empanadillas no preparadas en las cocinas de los centros solo se podrán servir una vez al mes. Las frituras que se elaboren en el día podrán ser ingeridas por los alumnos, como máximo, cada siete días. En más del 29% de los comedores se ofrecen tres o más raciones semanales de fritos. Se recomienda utilizar aceite de oliva o de girasol alto oleico.El texto aprobado este martes ha sido elaborado por el Ministerio de Consumo en colaboración con el de Educación, Formación Profesional y Deportes; Agricultura, Pesca y Alimentación; Juventud e Infancia y Sanidad. Desarrolla la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición del 2011, concretamente el artículo 40 en el que se mencionan las medidas especiales dirigidas al ámbito escolar. La nueva normativa permite avanzar en el cumplimiento del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030.

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