En los primeros ocho meses del año han muerto ahogadas 368 personas en espacios acuáticos en España, el peor registro en una década, según los datos recogidos por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) y publicados este jueves. El último cuatrimestre, que engloba los meses del verano, ha sido el más mortífero de la serie histórica, con 274 fallecidos, lo que equivale a una muerte cada once horas.El 74% de las víctimas en lo que va del año han sido hombres y la franja de edad con más casos es entre los 65 y 74 años. El segundo grupo que acumula más muertes son los adultos entre 55 y 64 años (un total de 51), seguida de los mayores de 75 años con solo un caso menos.El balance de RFESS indica que, entre enero y agosto, han fallecido 49 menores de edad y otras 27 personas de entre 18 y 25 años. Ante estos datos, la entidad destaca la necesidad de supervisión constante y educación acuática desde edades tempranas. La federación enfatiza que los programas de educación acuática en las escuelas enseñan a los menores a reconocer riesgos, respetar normas básicas en el agua y actuar ante emergencias.Solo en agosto, 65 personas han perdido la vida ahogadas; una cifra menor que las registradas otros años en el mismo mes pero que, según la RFESS, es “suficiente para consolidar un verano especialmente preocupante”. La mayoría de los casos se han concentrado en las playas (33), seguido de piscinas (14), ríos y otros entornos con 9 casos cada uno.Andalucía es la comunidad autónoma en la que han fallecido más personas en los primeros ocho meses del año con 66 ahogamientos, 14 de ellos solo en agosto, seguida de la Comunidad Valenciana (50), Galicia (44), Canarias (43) y Cataluña (42). El resto de las regiones tienen menos de veinte fallecidos, excepto Castilla y León y Baleares con 25 y 24 ahogamientos, respectivamente.Los socorristas subrayan que la vigilancia sigue siendo un factor clave, ya que solo 14 de las muertes en agosto se produjeron en espacios que contaban con la presencia de servicio de salvamento mientras que, 25 muertes fueron en lugares donde no estaba activo y 26 en espacios donde no existía.La RFESS ha subrayado además la necesidad de mejorar y renovar la formación de los socorristas, para garantizar una capacidad plena y actualizada para responder con eficacia ante cualquier situación.

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