El pintor malagueño Raúl Berzosa ya dominaba el arte del retrato cuando recibió un encargo muy especial. También manejaba con maestría la difícil tarea de dotar de unción religiosa —la capacidad de representar un halo de santidad que interpele al espectador creyente— a su pintura religiosa realista. Pero esta encomienda era diferente. El Vaticano llamaba a Berzosa con la tarea de inmortalizar al papa Francisco en una obra que iba a ilustrar un sello conmemorativo por su 80 cumpleaños. Aquello ocurrió en 2016 y luego llegaron muchos más encargos. Lo que el artista andaluz no podía imaginarse es que, nueve años después, sus obras iban a reproducirse a lo largo y ancho de la Cristiandad como la representación del sumo pontífice escogida para los funerales en su memoria que se celebran en estos días.Ese trazo suelto que compone personajes realistas en entornos de colores cálidos tan característico de Berzosa (Málaga, 1979) luce en estos días colgado de muros y caballetes en catedrales y templos de Jerusalén, Guatemala, China, Estados Unidos o España. “Y muchos más lugares de los que, probablemente, nunca me enteraré”, explica abrumado el artista malagueño, en conversación telefónica con EL PAÍS. Desde aquel 2016, el pintor andaluz ha inmortalizado al papa Francisco hasta en seis ocasiones, más de la mitad de ellas por encargo de instituciones vaticanas. La última obra la concluyó el pasado mes de diciembre para el salón de la Academia Pontificia Eclesiástica. Por primera vez y por expresa encomienda del cliente, el Pontífice no sonríe, aparece con semblante serio impartiendo una bendición. El pintor malagueño Raúl Berzosa, en una audiencia de 2016 en la que presentó al papa Francisco el primer retrato que le realizó.En el resto de las obras de Berzosa que protagoniza el papa Francisco el semblante es sereno y sonriente. En todos los casos, el pintor se basó en fotografías o una composición de ellas, una forma de proceder que el artista realiza en cualquier encargo de retrato. Pero el caso del máximo responsable de la Iglesia católica era distinto, por la importancia del personaje y porque el propio artista se confiesa creyente. También porque era una persona tan extrovertida y dada a hacer entrevistas que era conocida para muchos. “Todos hemos visto cómo transmite. Esa imagen de persona afable y sonriente tenía que quedar reflejada”, explica el malagueño. Y lo consiguió, a juicio del propio Papa. Después de realizar su primer retrato en 2016—una composición horizontal en la que aparece él junto a la Virgen de Luján, la patrona de Argentina—, Berzosa pudo mostrársela en persona en una audiencia. Francisco se paró ante él y el retrato unos minutos y alabó lo “pensado” de la composición. “Fue muy atento y cercano. Como católico y pintor fue algo magnífico, un momento único”, asegura el artista. A aquel encargo, que hoy conserva el Servicio Postal y Filatélico de la Ciudad del Vaticano, le siguieron otros, tanto del Pontífice, como de cardenales y otros Papas. Ahora, confía en que la institución siga contando con él para los retratos que necesitarán del futuro Pontífice que saldrá elegido en el cónclave: “Sería un orgullo”. Aunque, paradójicamente, la representación que más se ha viralizado y reproducido en estos días de funerales no es un encargo del Vaticano. Es una obra que representa a Francisco sentado, con la mano en la cara y la Basílica de San Pedro al fondo que encargó el Seminario de Almería, donde hoy se atesora. Es también el retrato favorito de Berzosa. “Él sentado y sonriente es algo que se puede visualizar en la realidad. Mi obra es realista, es fácil de entender, la comprensión es inmediata”, reflexiona el artista. Esa combinación de arte fácilmente entendible y la proyección de trabajar para el Vaticano hizo al pintor más conocido de lo que ya lo era en Andalucía, donde es un afamado cartelista cofrade desde hace décadas. Esos trabajos para las cofradías fueron los primeros acercamientos de un profesional que comenzó a hacer sus pinitos en el arte, de adolescente, “dibujando Bola de dragón”. Berzosa descubrió pronto que lo cofrade se le quedaba corto. “Necesitaba crear obra religiosa propia, no copiar otras imágenes. Hoy esos proyectos de arte sacro se han comido todo mi tiempo. Como creyente, me gusta lo que hago”, asevera el pintor.La obra más importante de Raúl Berzosa es el techo del oratorio malagueño Santa María Reina, realizado en 2014La buena recepción de su obra da pistas de que a sus mecenas también les convence. En 2014, realizó la más ambiciosa de su carrera: pintar el techo y las paredes del Oratorio de Santa María Reina Madre. El despliegue de 140 metros cuadrados de pinturas murales al acrílico —él habitualmente pinta al óleo sobre lienzo— fue toda una proeza que aún recuerda. Tardó nueve meses en realizarlo, subido de pie en una grúa, y lo compatibilizó con la producción en su taller: “Fue un desgaste muy grande, pero cuando acabé, tuvo una gran repercusión”. La aceptación de la obra de Berzosa se explica en el difícil equilibrio de representar a santos y personajes sagrados con realismo. Se inspira en rostros actuales, a los que luego confiere un aura o unción capaz de mover a un creyente a rezar ante ellos, requisito clave para la producción religiosa. “Cojo a personas reales de mi entorno como modelo. Cuando se trata de representar a Jesús o a la Virgen son retratos idealizados cambiados. Cuando son personajes secundarios, a veces pinto a familiares míos”, apunta el pintor. Después del entierro del Papa del pasado sábado, la Iglesia cede ahora el testigo de los funerales a las diócesis de todo el mundo católico. Durante estos Novendiali —periodo de nueve días de luto— se sucederán los cultos por diversas catedrales e iglesias que, probablemente, estarán presididos por una obra de Berzosa. Hay quien ha pedido permiso al artista para ello —que conserva los derechos de autor de sus obras— y quien no. Mientras, él sigue su prolífica tarea sin descanso. Esta misma semana está de viaje en China para presentar tres lienzos de gran formato que lucirán en la Catedral del Sur, en Pekín. “Hay quien me dice que por qué no organizo una exposición con mi obra, pero no tengo necesidad de exponer, mi obra ya está en la calle”, apunta Berzosa entusiasmado. “La Iglesia apuesta por el arte, se ha nutrido de ella para evangelizar”, remacha el malagueño pocas horas antes de volar a Asia.

ARTE RELIGIOSO: De Málaga a la cristiandad: el pintor que se ha viralizado como el retratista del papa Francisco | Cultura
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