El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se anotó este lunes una victoria inédita en la guerra interna del peronismo. Kicillof logró que la expresidenta Cristina Kirchner le ofrezca una tregua y acepte sus reglas del juego de cara a las elecciones legislativas de medio término en esa provincia, la más grande y poblada del país y el principal bastión del peronismo frente al Gobierno nacional de Javier Milei. A través de un mensaje en las redes sociales, la presidenta del Partido Justicialista dejó claro que considera “un error político” desdoblar las elecciones, pero hizo público que sus legisladores dejarán de poner obstáculos para que los bonaerenses voten en días separados a los candidatos nacionales y a los provinciales y apoyarán el proyecto de ley para eliminar las elecciones primarias.La decisión de Kirchner devuelve la pelota al gobernador de Buenos Aires. Al ceder en lo que pedía, ahora le toca a él convencer a los suyos de trabajar junto a los fieles de la expresidenta y su hijo Máximo en la elaboración de listas electorales conjuntas. Kirchner argumentó que aceptaba las condiciones de Kicillof para concentrar la energía en “lo que realmente importa: encarar y resolver los verdaderos problemas que hoy sufren los bonaerenses y que, sin dudarlo, se agravarán después de la devaluación impuesta al gobierno de Milei tras un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”. Este lunes entró en vigor el levantamiento parcial del cepo cambiario y el peso oficial se devaluó un 10%.Cristina Kirchner y Axel Kicillof en el Palacio Presidencial en Buenos Aires, en 2014.Gabriel Rossi (Getty Images)Si Kicillof aun así opta por concurrir con una lista propia que divida al peronismo será blanco de duras críticas desde las bases, que piden una candidatura unitaria que sea competitiva frente a la probable alianza del partido de Milei, La Libertad Avanza, con el Pro de Mauricio Macri en la provincia.El movimiento de Kirchner no borra las diferencias con las que convive el peronismo en la provincia de Buenos Aires, pero busca acercar posiciones después de que las últimas reuniones entre los dos grandes bandos terminasen sin acuerdo y todo pareciese encaminado hacia la ruptura. Presiona al gobernador, pero también a los más de 40 intendentes de municipios bonaerenses que se han alineado tras él en el recién creado Movimiento Derecho al Futuro.“Nos sentaremos [a acordar lugares en las listas]”, respondió este lunes en rueda de prensa el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, tras conocerse el mensaje publicado por Kirchner en las redes sociales. No será una negociación fácil. La expresidenta ha hecho circular que podría presentarse como candidata a legisladora provincial por la tercera sección, aquella en la que el kirchnerismo es más fuerte. Su nombre sería un imán para los fieles, pero repelería a muchos moderados y permitiría a la oposición convertirla en el blanco central de sus críticas. Para el Gobierno y el Pro, el único motivo por el que Kirchner quiere presentarse a las elecciones es para tener fueros con los que blindarse frente a una posible condena firme por corrupción. Tras dos fallos adversos, su suerte en la Justicia depende ahora de la Corte Suprema.

Cristina Kirchner cede y ordena una tregua en la guerra interna del peronismo
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