Las campañas de los candidatos para jueces, ministros y magistrados han causado revuelo en redes sociales por lo inverosímiles que pueden llegar a ser. Algunos tienen mayor presupuesto, mejores cámaras, ediciones llamativas, cambios de ropa inesperados, iluminación cinematográfica. Otros sencillamente tomaron un celular, juntaron algunas personas y grabaron con lo que tenían. Su apuesta va por lo viral, lo casual, que muestre una cercanía con la gente. El contenido llega a ser tan absurdo, que incluso quienes publican campañas parodia en TikTok o Instagram tienen que aclarar después que no, que solo es una broma, porque los comentarios se llenan de negativas.Jorge Acosta, politólogo y socio de Alterpraxis, una agencia de comunicación y marketing digital, cree que las campañas que apuestan por lo inusual y lo viral pueden tener mejores resultados durante este proceso electoral. “La gente con más habilidad para comunicar es la que llegará al cargo”, dice por teléfono. Cuenta que a su agencia llegaron propuestas de varios candidatos por correo electrónico, pero por razones de presupuestos y falta de claridad en los objetivos de los mismos aspirantes, decidieron no participar en este proceso democrático.Acosta confiesa que hasta ahora no ha visto los videos, pero los conoce perfectamente porque se los han platicado a manera de burla. “Es mejor que hablen de ti a que no te conozcan”, dice el politólogo, pero añade que, en este caso, las burlas no son una cosa menor. “No están haciendo campaña para vender papitas”.Los ejemplos de campañas de candidatas y candidatos que apuestan por lo absurdo, por lo viral, sobran. Abraham Dávila imita una coreografía que realizó Kendrick Lamar en el Super Bowl, mientras suena de fondo Not like us. Alberto Aldrete Ramírez utiliza la inteligencia artificial para crear imágenes de su persona al estilo de estudio Ghibli y las muestra con ayuda de un jingle: “quiero ser magistrado federal / dame tu voto para poderlo lograr”.Dora Martínez Valero se hace llamar Dora la transformadora, en referencia al personaje de dibujos animados. Mariana Merín cuenta que se enamoró de alguien fuerte, sólido y confiable: un edificio, que para estar en su vida le pidió creer en un libro. Pero la campaña que más se ha viralizado, es la del chicharrón.Un hombre vestido de traje platica con dos jóvenes. “Mire, profe. Este chicharrón se parece a usted”, dice una mujer que entra a cuadro; en sus manos carga un chicharrón botanero preparado con col, jitomate, aguacate, y crema. “¿Por qué?”, pregunta el trajeado. “Porque está sabroso”, anticipa uno de los jóvenes. “No”, responde la mujer, “porque está preparado”. Y el hombre entonces mira directo a la cámara, rompe la cuarta pared y zanja que está más preparado que un chicharrón para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Presenta sus credenciales: doctorado, dos maestrías, especialidad en derecho constitucional y todos los grados obtenidos con mención honorífica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El video cierra con un chiste más entre los estudiantes y a la par, el nombre del candidato, Arístides Rodrigo Guerrero aparece, pero apenas se logra distinguir.¡Más preparado que un chicharrón! 🤓, cuento con Doctorado, Maestría, Especialidad en Derecho Constitucional y todos los grados obtenidos con mención honorífica en la #UNAM.PD. Ninguna de las personas que participó en este video recibió remuneración 💸❌, pero se les invitó un… pic.twitter.com/QoofnQVbNx— Arístides Rodrigo Guerrero García (@AristidesRodri) March 31, 2025

El ministro chicharrón, como lo han bautizado en redes, apuesta por lo viral. La calidad de la imagen es lo de menos, la edición tiene algunos recursos audiovisuales como close ups para acentuar los chistes, pero no hay textos animados, sonidos especiales o recursos visuales para hacerlo más vistoso. Contrasta, por ejemplo, con la campaña de los abogados Harry Cruz, Joshua Jonathan Velasco Mendoza y Yasmín Esquivel; quienes presentan una propuesta más tradicional, como lo que siempre se hace en campañas políticas. Esquivel apuesta por viajar a distintas ciudades y grabar en mercados o en puertos mientras convive con los lugareños, que muestran su apoyo y calidez a la candidata.El oaxaqueño Jonathan Velasco se presenta en la central de abastos de su ciudad. “Crecí aquí y gracias al trabajo de mi familia pude estudiar”. Sigue una fórmula de guion que se ha usado muchas veces. “Vamos del mercado al juzgado”, concluye mientras un pasillo atestado de gente le aplaude.En el caso de Cruz, el abogado habla apasionado y se apega a un discurso que alude a que en estas elecciones lo importante no son los candidatos, sino a que todos tengan acceso a la justicia. Zanja que él podría pararse allí (frente a la cámara) y hablar sobre él, como diciendo que no lo va a hacer, pero lo hace: abogado por la Universidad Veracruzana, maestro en Derecho con mención honorífica, que tiene más de 10 años de experiencia y que ama a Veracruz, “pero realmente quién importa eres tú”, concluye.Soy Harry Cruz, veracruzano, amante de mi tierra y convencido de que la justicia no debe ser un privilegio, sino un derecho real para todas y todos.Hoy arranco este camino como candidato a Juez de Distrito Mixto por el Distrito Judicial 1 de Veracruz.¡Este 1 de junio en la… pic.twitter.com/fFN8t2qRDG— Harry Cruz (@harrycruzmx) March 30, 2025

Algunos han aprovechado para hacer campañas parodias. Un ejemplo que resalta es el abogado penal Israel Fernández. “¿Quieres un buen juez? Vota por Israel”, “no tengo experiencia como juez, pero sí honradez”, “mano dura al crimen organizado y al desorganizado también”, dice con una calidad en su video similar al del abogado chicharrón.La sección de comentarios del clip está llena de rechazo. “Pésimo”, “se acabó México”, “casi le creo”, “Ay, lic, me la andaba creyendo. Ya lo iba a funar”, se lee. Pese a que Fernández aclara al final del video que es una broma, mucha gente no lo tuvo claro. Es una brecha que existe en este periodo promocional que podría ser un capítulo de Los Simpson.

Shares: