El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia (PNV), ha decidido dar marcha atrás al proyecto de construcción de un gran centro comercial en pleno centro de San Sebastián porque tiene “una valoración negativa” entre la ciudadanía donostiarra, según ha argumentado este viernes al dar a conocer la paralización del plan urbanístico. La decisión de poner fin a la operación de San Bartolomé era una reclamación que estaba liderando el exalcalde de la ciudad Odón Elorza, del PSE-EE, que llegó a calificar el proyecto de “artefacto comercial” con fines “privatizadores” y “especuladores”.Elorza, fuera de la política desde enero de 2023 tras renunciar a su acta de diputado en el Congreso, ha ganado esta batalla al nacionalista Goia, quien se ha visto forzado a renunciar a la operación urbana ante la contestación ciudadana encabezada por el exregidor socialista: “Creo que sé escuchar y estos últimos meses he escuchado muchas cosas. Construir un centro comercial y el parking implicaría seguir con grandes afecciones en el mismo entorno”, ha manifestado el alcalde al anunciar su decisión.El gobierno local dio luz verde en enero de 2023, con los votos del PNV y el PSE-EE, a la transformación del cerro de San Bartolomé y permitir la construcción de un nuevo área comercial. Se prevé abrir un centro comercial y aparcamiento con nueve plantas (cuatro sobre rasante y cinco soterradas) con una superficie total de 8.000 metros cuadrados de actividad terciaria en una zona sensible de la ciudad. El cerro de San Bartolomé es una colina emblemática que encierra muchos siglos de historia donostiarra y está ubicada a unos 250 metros de la playa de La Concha.Odón Elorza alertó de las consecuencias de llevar adelante el centro comercial y el aparcamiento subterráneo porque acarreaba “eliminar una zona verde que estaba destinada en el plan general urbanístico a un parque público de 4.000 metros cuadrados con arbolado. Tachó de “ilegal” la operación que iba a promover el fondo de inversión vasco Midfield Capital con un coste total de unos 50 millones de euros. Contra esta intervención se había mostrado contrarias dos asociaciones vecinales (Amara Bai y Erdian Bizi) y otra de comerciantes del centro de la ciudad (Dendartean), que tienen interpuesto un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para paralizar el controvertido proyecto.Elorza y el exconcejal socialista de Urbanismo Jorge Letamendia habían encabezado una cruzada contra la decisión del Ayuntamiento liderado por PNV y PSE-EE. Estos acusaron al consistorio de promover una operación que entrañaba “la obtención desmedida de plusvalías urbanísticas, de 12 millones de euros, para contentar a las constructoras, además de los 32 millones ya obtenidos por el Ayuntamiento” con la cesión de los terrenos. “Este centro comercial, con su parking, era innecesario e insostenible, se había planificado sin debate público y sin transparencia”, sostiene ElorzaEl alcalde no ha hecho este viernes ninguna alusión a cuestiones económicas. Ha justificado la decisión de paralizar la intervención por las molestias que iba a generar a los vecinos del entorno, que ya vienen sufriendo afecciones con las obras de construcción del metro por el centro de la capital. La operación comercial de San Bartolomé se gestó y aprobó por unanimidad en 2014, cuando era alcalde Juan Karlos Izagirre (EH Bildu) y contó entonces con el respaldo de Goia (PNV), con una modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Se introdujeron cambios para permitir la construcción del centro comercial y un parking subterráneo para obtener ingresos económicos ante las dificultades para garantizar los beneficios inicialmente previstos con la venta de viviendas en esa zona. Elorza denunció que esas variaciones suponían “arrasar una ladera verde” en San Bartolomé, además de excavar 45 metros de profundidad para construir un edificio con 10 plantas de altura. “Es un disparate ilegal”, protestó el exalcalde.A partir de ahora, el gobierno local propondrá a la sociedad Muinoa, promotora de la operación y en la que el Ayuntamiento no tiene mayoría pero sí el 37% de representatividad, que inicie un procedimiento con el grupo financiero local Midfield para resolver el contrato de compraventa de la parcela afectada, con la intención de que se haga “de forma amistosa y de mutuo acuerdo”. El alcalde Goia ha negado que haya cedido a las presiones: “Escuchar opiniones no es sentirse presionado, es estar dispuesto a aceptar los argumentos que se pueden dar”. El consistorio abandona su plan en San Bartolomé al fracasar las previsiones que se hicieron en 2014, según Goia: “Este planteamiento surge en 2014, con Juan Karlos Izagirre como alcalde porque la operación estaba a punto de quebrar. En 2008 se había calculado la venta del metro cuadrado de vivienda [en este área] por 9.0000 euros, pero no se estaban vendiendo y se habían asumido un montón de costes. En aquella época los pocos pisos que se vendían fueron a 5.000 euros el metro cuadrado, que era casi la mitad de lo estimado, lo que generó una situación insostenible de la sociedad [Muinoa]. Por eso se incluyó el centro comercial y el aparcamiento”.

El alcalde de San Sebastián pierde la batalla contra su antecesor Odón Elorza | España
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