Cristián Segura, durante la recogida del premio este lunes en Córdoba.Patricia Cachinero / SPAEl reportero de EL PAÍS Cristian Segura ha recibido este lunes el premio Julio Anguita Parrado por su cobertura de la guerra de Ucrania. El redactor de Internacional del periódico ha dedicado el galardón a la periodista ucraniana Viktoria Roschina, de 27 años, cuyo trabajo de freelance siguió muy de cerca como enviado especial a la guerra por este diario. Roschina, que denunció con su trabajo sobre el terreno el drama de la guerra, donde logró infiltrarse para hablar sobre los centros detención secretos de los Servicios de Seguridad Rusos, falleció después de ser detenida y torturada en una prisión de Rusia y su cuerpo todavía no ha sido repatriado. Para Segura, el suyo es un ejemplo del papel que desempeña el oficio ante la barbarie. A ella y al periodismo valiente, Segura ha dedicado el galardón.La entrega del premio, organizado por el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) junto a la Universidad de Córdoba (UCO) y el Ayuntamiento de Córdoba, se celebró este lunes por la mañana en el Centro de Recepción de Visitantes de la ciudad Por la tarde, el periodista recitó un discurso en un acto dedicado a la memoria de Julio Anguita Parrado, que anualmente reconoce la trayectoria profesional de reporteros en zonas de conflicto bélico. En su monólogo, Segura se mostró agradecido por la apuesta de EL PAÍS sobre el conflicto ucraniano, que ha permitido al diario ofrecer un punto de vista único en comparación con otros medios. Esta inversión por la información desde el terreno en el largo plazo, con un grupo de redactores que cubren de forma permanente la realidad ucraniana, permite captar matices invisibles para quien solo pisa la guerra de paso: “Hay tanto de provecho para nuestro oficio cuando uno se sumerge en una sociedad”, aseguró el periodista.Para comprender de verdad lo que ocurre en un conflicto, para Segura no basta con observar los hechos desde fuera, hay que integrarse en la vida cotidiana, entender el idioma y la historia de los locales. Además, recalcó que cada guerra es diferente, no se usan los mismos métodos en Rusia que en los conflictos occidentales: “Es necesario labrarse una experiencia concreta para cada conflicto”.El reportero también recordó en su discurso la visita que recibió en Ucrania de su madre, Ares; una experiencia que recoge en el artículo Paseos con mi madre por Ucrania. “Cada pregunta suya, me obligaba a buscar respuestas”, recordó el periodista. Aquella mirada ajena al conflicto le ofreció una perspectiva distinta que le ayudó a comprender mejor la sociedad de un país en guerra: “Era, en definitiva, la aproximación de una madre a la realidad que me rodea cada día”.Segura, redactor de la sección de Internacional de EL PAÍS, lleva desde 2022 informando de la guerra de Rusia en Ucrania. Para el jurado, “ha cubierto el conflicto desde sus inicios y sigue narrando lo que está sucediendo en esta guerra, que dura ya más de tres años, en unas condiciones muy complicadas y manteniendo un rigor informativo muy difícil en estas circunstancias”. Además, sus miembros destacaron su “originalidad en los enfoques” y el “respeto por la cultura local”.Segura nació en Barcelona en 1978 y se licenció en Periodismo por la Universidad Ramon Llull (Blanquerna URL). Entre 2003 y 2010, ejerció como corresponsal del diario Avui en Berlín y en Pekín. Ha colaborado en revistas económicas internacionales y en medios como ARA, Mundo Deportivo o Catalunya Ràdio. Trabaja para EL PAÍS desde 2014. Paralelamente a su tarea periodística también ha escrito varios libros. En 2011 ganó el Premio Josep Pla de narrativa con El cau del conill, que se tradujo al castellano como La madriguera del conejo. También ha publicado los ensayos: Viaje al Ussuri, Gente de Orden y La sombra del ombú: relato de un suicidio.

El periodista de EL PAÍS Cristian Segura recibe el premio Julio Anguita por su cobertura de la guerra de Ucrania | Sociedad
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