En medio de un panorama de cambios e incertidumbre global, el comisionado José Luis Caballero Ochoa, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y relator para Colombia, resaltó la importancia de no dar pasos atrás en la defensa de los derechos. En entrevista, habló también de que, pese a la crisis del multilateralismo, la cooperación internacional para atender los desafíos de la región es indispensable, y resaltó los retos de Colombia para implementar la paz en los territorios. LEA TAMBIÉN ¿Cuál es el panorama actual de los derechos en la región?El 1.º de mayo vamos a presentar el informe anual, es muy completo y tiene algunos acentos particulares en lo que tiene que ver con la problemática de los grupos en situación de vulnerabilidad o en exclusión. Por ejemplo, la situación de personas en movilidad humana y todo el tema de los flujos migratorios. Tenemos una preocupación también muy fuerte por la relación entre derechos humanos, democracia e institucionalidad democrática. En muchos países, lo que estamos viendo es que la fortaleza de la separación de los poderes, de los controles, se está mermando; o sea, hay un retroceso en la democracia. Hay otro capítulo sobre ciertos Estados, y luego está el capítulo sobre la situación financiera de la Comisión, que estamos en crisis financiera. LEA TAMBIÉN ¿Sobre qué países hay una lupa particular?Volvemos a tener una mirada sobre ciertos Estados que están incluidos en el famoso capítulo cuatro B: Nicaragua, Venezuela y Cuba. Además, el informe refleja todo el trabajo de seguimiento a partir del proceso electoral del 28 de julio en Venezuela y las graves violaciones de derechos humanos en el contexto electoral por las que la Comisión dijo que no era posible calificarlo como elecciones con un proceso electoral legítimo.Incendios durante manifestaciones tras el proceso electoral en Venezuela. Foto:EFEHablando de la situación de los migrantes, ¿han visto cambios en los flujos?Tenemos un monitoreo muy continuo y sí se empiezan a ver los efectos de las políticas más restrictivas. Se acaba de hacer una visita al Darién y hubo noticias sobre flujos migratorios mucho más amainados. La perspectiva de la CIDH sigue siendo que la movilidad humana tiene que advertirse como un derecho que requiere protección y regulación, no puede ser vista con medidas represivas ni de criminalización hacia las personas migrantes, y no se puede bajar el estándar de los derechos. Por ejemplo, se tiene que garantizar que los niños y las niñas que nazcan en contextos de movilidad sean reconocidos, no podemos estar lanzando personas a la apatridia. Todo mundo tiene derecho a una nacionalidad.Se tiene que garantizar que los niños y las niñas que nazcan en contextos de movilidad sean reconocidos, no podemos estar lanzando personas a la apatridia. Todo mundo tiene derecho a una nacionalidad.José Luis Caballero OchoaPresidente CIDHFrente a esto, ¿qué papel tiene la cooperación internacional?La Comisión insiste mucho en que esto tiene que ser un trabajo de cooperación internacional, no puede ser una política en la que los Estados se replieguen en torno a sus fronteras. Esta idea regresiva de blindar las fronteras con medidas de otras épocas tiene que ser más bien redefinida en función de la cooperación internacional. El multilateralismo está a prueba, evidentemente, y a prueba con la movilidad de personas, pero tiene que sacar todas sus fortalezas. No podemos ser ajenos a la cooperación internacional.La CIDH hace un llamado a no tratar el fenómeno de la migración desde la criminalización. Foto:EFETras el cambio de gobierno en Estados Unidos, varios analistas han advertido que se están tomando medidas regresivas en cuanto a derechos humanos…Esto ya ha merecido la mirada de la Comisión en estos meses de la nueva administración del presidente Donald Trump. Sacamos dos comunicados; uno fue por el tema de la movilidad de personas y esa mirada represiva, por ejemplo, de mandar a las personas a cárceles de alta seguridad. La Comisión está reiterando que este fenómeno no puede ser considerado a través de medidas de criminalización. El otro comunicado ronda sobre tres ejes: políticas en materia de libertad de expresión y libertad académica; vemos con mucha preocupación las intervenciones en las universidades. Segundo, las políticas en materia de igualdad y prohibición de discriminar, ese desconocimiento que hay de las personas trans es una cosa muy preocupante y muy grave que puede volver a someter a las personas a graves condiciones de discriminación y exclusión. Y el otro tema es sobre institucionalidad democrática y la necesidad de atender las decisiones judiciales, de mantener la separación y el equilibrio de los poderes, y no pretender que un poder se erija por encima de los otros.El presidente de EE. UU. Donald Trump ha tomado medidas para endurecer sus políticas migratorias. Foto:Archivo¿Les preocupa lo que está pasando?La Comisión está muy atenta y mira con preocupación a Estados Unidos. Porque, además, y lo reconocemos en los comunicados, especialmente en el segundo, Estados Unidos ha mantenido históricamente un compromiso con los derechos humanos, con las críticas que ya conocemos, pero siempre han tenido una mirada atenta a la evolución de los derechos humanos, que ahora está con un riesgo fuerte. LEA TAMBIÉN Además de EE. UU., otros países parecen estar optando por discursos regresivos. Por ejemplo, la presidenta de Perú habló hace poco de reinstaurar la pena de muerte, ¿ustedes consideran que a nivel regional hay una especie de regresión en derechos humanos?Hay una tentación muy propia de los tiempos que corren de mirar con escepticismo grandes logros de los últimos 75 años: todo el desarrollo del derecho internacional de los derechos humanos; la eficacia de los instrumentos internacionales para producir protección y vincular a los Estados en compromisos, hace carrera un revisionismo que perjudica la protección que la humanidad se ha otorgado. Y en tercer lugar, hay escepticismo sobre el terreno común de los derechos humanos y se habla de disminuir el contenido y los compromisos internacionales. Entonces, ahora hay una tentación de buscar alternativas que no pasan por la protección internacional de los derechos humanos, y ante eso nos toca defender y reiterar que ya hay un contenido común de derechos humanos que no puede regresar. Hay que seguir firmes, ya hay patrimonio común de derechos que no admiten regresividad.Ahora hay una tentación de buscar alternativas que no pasan por la protección internacional de los derechos humanos, y ante eso nos toca defender y reiterar que ya hay un contenido común de derechos humanos que no puede regresar. Hay que seguir firmes, ya hay patrimonio común de derechos que no admiten regresividad.José Luis Caballero OchoaPresidente CIDH¿Para la Comisión hay dictaduras en nuestra región?La Comisión lo que califica son las violaciones de derechos humanos y las condiciones de legitimidad democrática. Frente a los países del capítulo cuatro B, lo que decimos es que son regímenes que no están apostando ni por la institucionalidad democrática ni por las vías democráticas de acceso al poder, sino por la permanencia en este a costa de los derechos políticos de las personas y a costa de los derechos humanos.En cuanto a Colombia, ¿cómo ve la situación actual de derechos?Con Colombia tenemos un diálogo y acompañamiento a lo largo de su larguísimo conflicto armado interno y lo que ha significado para los derechos humanos. Llevamos siete visitas in loco desde 1980 y el año pasado tuvimos una visita de todo el pleno de la Comisión para verificar los distintos impactos de la violencia en dimensiones como género, étnico-racial, ver cómo el Estado estaba dando respuesta y la apuesta por la paz en los acuerdos de 2016. Se encontró que ha habido un trabajo importante, pero también constatamos que hay un desequilibrio enorme entre regiones con mucha presencia del Estado, con fuerte institucionalidad democrática, donde hay aplicación del derecho e instituciones que vigilan su cumplimiento, y regiones donde hay una ausencia tremenda. Tras esa visita, se hicieron unas observaciones preliminares y ahora que se cumple un año de la visita, sacaremos el informe con recomendaciones muy robustas, aunque también reconociendo todo el trabajo que ha hecho el Estado.Colombia es el país que más procesos tiene ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), pese a que este es subsidiario, lo que implica que los países deben agotar primero sus mecanismos internos. ¿Por qué tenemos tantos casos? ¿Es acá donde más se violan derechos, o es porque el Estado no actúa?, ¿cómo lo analiza?Colombia es un país enormemente sofisticado en su cultura de derechos humanos, el sentido de los derechos humanos permeó en la sociedad y hay organizaciones de la sociedad civil muy numerosas y robustas, y eso tiene que ver también con la dinámica de utilización del sistema. Tampoco se puede decir que es el Estado con más vulneraciones de derechos, la lógica del sistema no es que quien más lo usa es quien viola más los derechos. Colombia sabe el valor del SIDH, y me parece muy relevante que sea un país y una sociedad tan vibrante en el conocimiento de sus derechos. Esto es proporcional también al nivel de dolor que ha vivido y proporcional a las violaciones tan graves y de tan larga data que han tenido. Eso es muy lamentable, pero hacer valer sus derechos es muy saludable, para eso está el sistema y para eso está la Comisión Interamericana.¿En Colombia ven desde la CIDH un avance desde que se firmó el acuerdo de paz, en 2016?Sí, vemos avances; estamos en constante diálogo con las instituciones que han surgido del acuerdo. También hay desafíos, todo el tema rural, la sustitución de cultivos, porque, además, los acuerdos de paz tienen alcances muy altos en sus pretensiones, pero tienen que llevarse adelante los esfuerzos de paz. Esto es un compromiso del Estado y de la sociedad.Pese a que Colombia firmó un acuerdo de paz, siguen los asesinatos de líderes y de firmantes de paz; por ejemplo, ¿cómo ven que haya un acuerdo de paz, pero al mismo tiempo haya tanta violencia?Es un reto para la implementación. El Estado tiene un enorme desafío de proteger a quien defiende derechos, y eso la Comisión lo ha señalado. Hemos conocido las situaciones humanitarias que se están viviendo, el desplazamiento forzado, también lo que pasó en Catatumbo a comienzos de este año, y hemos llamado al Estado a defender a las personas, teniendo una presencia integral en los territorios. Creo que Colombia no se merece una regresión en cuanto a la paz, las instituciones producto del acuerdo de paz deben llevar a cabalidad su mandato.Desplazados de distintas zonas del Catatumbo, tras escalada violencia a comienzos de 2025. Foto:César MelgarejoComo relator para el país, ¿qué es lo que ve con más preocupación?Indiscutiblemente, la violencia. Debe haber mucha más presencia del Estado para prevenir y cerrar la violencia contra los líderes, contra las comunidades más pobres y vulnerables, contra las comunidades indígenas. Debe parar el desplazamiento forzado de personas, debe parar el reclutamiento forzado de niñas y niños, el Estado debe intervenir frente a la presencia del crimen organizado y armado no estatales. La violencia es inadmisible y eso lo seguimos viendo con una preocupación alta desde la CIDH.MARÍA ISABEL ORTIZ FONNEGRARedacción DomingoEn X: @MIOF_marfon@eltiempo.com

Entrevista presidente de la CIDH sobre derechos humanos, multilateralismo y democracias
Shares: