Chile está sumergido en una crisis de natalidad. La tasa de fecundidad ha ido disminuyendo aceleradamente hasta llegar a los 1,16 hijos promedio por mujer en 2024, una de las más bajas a nivel mundial. El gineco-obstetra Fernando Zegers (Santiago, 77 años) ha sido testigo de primera línea en las transformaciones de la maternidad y fertilidad. A mediados de los ochenta cofundó el Instituto Chileno de Medicina reproductiva (ICMER), al tiempo que lograba el nacimiento de la primera bebé con técnicas de reproducción asistida en el país sudamericano. Retirado del ejercicio práctico hace unos años y volcado a la investigación sobre nuevas técnicas, alerta de que si no hay un cambio en las políticas públicas serio para fomentar la natalidad, el país va a vivir de los migrantes. En el luminoso salón de su casa en Las Condes, en el sector oriente de Santiago, con una bugambilia de varios metros que asoma por el jardín, se confiesa pesimista. Plantea que urge una política de Estado para abordar la temática, pero lamenta que ni siquiera se esté discutiendo.Pregunta. La tendencia global revela una disminución de la tasa de fecundidad, pero en Chile avanza aceleradamente. ¿Por qué?Respuesta. La pendiente de caída en la tasa global de fecundidad es enorme, estamos en 1,16 y hace poco estábamos en 2,1. Hay dos razones bien fuertes: políticas públicas muy eficientes para evitar los embarazos adolescentes y el cambio social de las mujeres, su incorporación en el estudio universitario y en el trabajo, que aumentó mucho después de la dictadura. Eso posterga su deseo de tener hijos y aumenta la expectativa de mejorar la calidad de vida y no hay ninguna duda que tener hijos limita el desarrollo individual, tanto en lo económico como en lo laboral. Sobre todo en un país donde se dice que quieren hijos, pero no se da ninguna facilidad para tenerlos. Hicimos un estudio en la Universidad Diego Portales donde encuestamos a 1.020 estudiantes mujeres de entre 18 y 25 años de distintas facultades y preguntamos si querían tener hijos en algún momento, su sexualidad, cómo estructuran la familia, un montón de cosas. Si tú no entiendes hacia dónde se proyecta la juventud, cómo vas a desarrollar una política pública coherente.P. ¿Y qué descubrieron?R. Estamos recién empezando las publicaciones. El 67% de las encuestadas son de clase media o baja, por lo que representan la mayor parte de la población chilena. Solamente el 38% dice que quiere tener un hijo en algún momento. El 38% que no, pero que puede cambiar y un 14% que por no por ningún motivo. Esto significa que la mayor parte de las mujeres no está dispuesta a tener hijos de base. Cuando les preguntan qué condiciones requerirían para tener, dicen haber completado su actividad académica, tener autonomía económica, un lugar donde vivir estable y tener una red de apoyo. Una red comunitaria. Yo encontré reinterestante esto.P. ¿Por qué?R. Porque luego les preguntas si tener una pareja es una condición para tener un hijo, sea heterosexual o del mismo sexo, y solamente un 30% dice que se requiere una. Y sobre el matrimonio, 92% dice que es completamente irrelevante. Esto me hizo pensar que a lo mejor la juventud quiere otra forma de comunidad que no es necesariamente unida por el lazo genético. Hay muchas maneras de unirse. Hace miles de años atrás, cuando éramos cazadores migrando de un lugar a otro, no existían familias genéticas, eran hijos de la comunidad. Las mujeres las amamantaban, tenían dos a tres años de lactancia, y luego pasaban a formar parte de la comunidad. Llevamos muchos más años en el mundo sin estructura de familia genética.P. ¿Cómo ve a Chile enfrentando la baja de natalidad?R. Cero política pública para cambiar la tasa global de fecundidad. Estas tienen que ser políticas de Estado, no de gobierno. Se necesita que el Estado diga: este es un tema país de tanta trascendencia -porque se nos van a desmoronar un montón de las estructuras de las que nos sostenemos- que voy a formar un grupo de trabajo multidisciplinario, de largo aliento, con financiamiento para que hagan los estudios e intervenciones que hay que hacer.Fernando Zegers, especialista en reproducción asistida.SOFIA YANJARIP. ¿Es reversible el escenario actual?R. Creo que no. O sea, ¿podemos revertirlo a una tasa a 2,1? No. En ningún país se ha logrado. Pero debiéramos optar a una de 1,8, que es donde están muchos países europeos que estaban mucho más abajo de nosotros, como Francia y Hungría.P. ¿Qué hicieron?R. Hacer más acogedora la maternidad. En primer lugar, acceso gratuito a los tratamientos de fertilidad. No tener que convencer a las que no quieren, sino que ayudar a las que quieren. Todos los países nórdicos han liberalizado el acceso a la reproducción asistida, a tratamientos para embarazarse y para postergar la maternidad. Luego hay un montón de estrategias como disminuir impuestos y escolaridad y salud gratuita y tiempos largos de derecho del hombre y la mujer para gozar de sus hijos. Todas estas medidas ayudan, pero no demasiado. Por eso digo que ninguna va a llegar a 2,1.P. Pero Chile está lejos de tener un Estado de bienestar, ¿por dónde partir?R. ¿Sabes cuánto costaría del presupuesto que tiene Fonasa hacer los tratamientos que se requirirían en Chile? Un 0,6% para 20.000 ciclos al año. Hoy hacemos 10.000 y tantos. Ahora, Fonasa tiene problemas muy serios, pero este es mucho más serio que todos los que estamos viendo. Si no hay gente joven para mantener la estructura social, laboral, ¿qué va a pasar con los seguros de vida? ¿Con las pensiones? Japón y Corea están optando por robots. Dicen ‘ok, vamos a tener menos gente, pero vamos a desarrollar tecnología’. En Chile, casi un 20% de los nacimientos son de mujeres extranjeras y otro 23% tiene tres hijos o más. 70% de esas mujeres tienen máximo 12 años de estudio y de éstas, 14% tienen nueve o menos. Si sumas esta población más la migrante, la gran mayoría están en vulnerabilidad multidimensional. ¿De dónde van a salir los robots entonces? La capacidad laboral que van a tener estas personas no es de alto nivel, no van a generar impuestos ni gran innovación.P. En el lanzamiento de las cifras del censo, donde se ve el envejecimiento poblacional, destacaron la reforma de pensiones, pero no se habló de qué hacer para fomentar la natalidad.R. Si no hay gente que va a trabajar ¿qué pensiones va a haber? Otros mamíferos no humanos, hasta los primates, no tienen menopausia porque el rol de la hembra es fundamentalmente reproducirse, así que una vez que su ovario deja de tener huevos, muere en un año o dos. Y nosotros también moríamos a los 40 años hace unos miles de años. Lo que hemos hecho es aumentar los años de vida después de la función reproductiva a casi tantos como antes de. Este cambio que estamos teniendo social no se ha acompañado de un cambio biológico. El ovario sigue sin células madre, entonces la pregunta es ¿cómo se armoniza una biología que ha cambiado muy poco, pero una sociedad que ha cambiado radicalmente? Creo que es el rol de la ciencia y la tecnología. La congelación de óvulos forma parte de esto. No creo que vaya a haber una estructura social que tolere esta baja tasa de fecundidad sin la ciencia.P. Porque los óvulos se pueden acabar, pero el útero sigue funcionando.R. Mi hipótesis es que una mujer de 45 años tiene la misma capacidad de ser mamá, de querer cobijar y aguardar que una mujer de 30. Incluso mejor porque ya no está compitiendo contra nadie en la cuestión laboral y económica. Si el útero es capaz de acoger con igual eficiencia a los 45 años que a los 32 años, y el huevo se guarda desde cuando tenía 33 años, la mujer puede ser mamá a los 45. Y yo creo que las mujeres pueden querer ser mamá a los 45 aunque sea por primera vez. Aunque también es posible que no sea así. Depende de cómo está viviendo, dónde, y otros factores.P. ¿Cómo visualiza Chile en el ámbito de la maternidad dentro de 25 años?R. Soy súper pesimista porque no veo capacidad en Chile de sentarse a discutir las cosas más trascendentales como la estructura poblacional, la demografía. Hay un montón de grupos que están dedicados a esto, ligados a las universidades, grupos de pensamiento, pero esto requiere hacer política pública. Ya sabemos lo que pasa. Si un Estado no le dedica parte de su presupuesto anual a este tema, no tiene solución. También políticas públicas agresivas para facilitar que las mujeres que están en situación laboral puedan cumplir la maternidad en su lugar de trabajo. Hay derecho a reposo, a un montón de cosas. Bueno, el derecho a la maternidad es uno de ellos.Zegers cofundó el Instituto Chileno de Medicina reproductiva (ICMER).SOFIA YANJARIP. ¿Es un derecho ser madre?R. Sí. Yo he defendido esto. Los derechos reproductivos son parte de los derechos humanos, y el derecho reproductivo no es solamente a ser mamá, sino que también a la anticoncepción, al aborto en ciertas condiciones o en todas o en ninguna, depende del país. No tengo duda que el derecho a formar familia es un derecho humano y que ningún Estado puede coartarlo.P. Y entonces, ¿cómo se imagina Chile en 25 años más?R. Si no hay un cambio en política pública seria, Chile va a tener que vivir de los migrantes. No hay otra forma. Si yo saco los nacimientos de migrantes al año, la tasa global de fecundidad es cercana a 1. El uso de la tecnología para tener hijos está aumentando y va a seguir aumentando porque las mujeres no van a tener hijos cuando son reproductivamente más eficientes, sino que van a postergarlo cada vez más y se va a requerir tecnología reproductiva para tenerlos de una manera eficiente y segura.P. ¿Cuál es la edad ideal para congelar?R. Acabo de estudiar como 180.000 embriones de todo latinoamérica y el primer cambio significativo en la frecuencia del rol cromosómico se produce de los 32 a 33 años, pero el cambio más brutal después de los 35. Yo creo que para muchas mujeres tranquilizantes saber que tienen conservado sus gametos.P. Pero también para muchas mujeres tres millones de pesos (unos 3.100 dólares) es una cifra alta.R. Por eso tiene que ser parte de una política pública que no discrimine por razones económicas. En el estudio que hicimos, un 48% de las mujeres dicen que quisieran preservar. Y de este grupo, un 15% ya lo tengo decidido. El otro dice que le interesa, pero las razones para no hacerlo son todas económicas. Hay una predisposición a congelar, pero tiene que ser una política de Estado. Tiene que haber garantías.

Shares: