La fiscalía italiana está investigando a doce jugadores de la Serie A de fútbol por su presunta participación en una compleja trama de apuestas ilegales que utilizaba una joyería milanesa como tapadera para blanquear el dinero obtenido de forma ilícita. Los hechos se remontan al periodo 2021-2023 y entre los investigados se encuentran futbolistas de renombre como Sandro Tonali, que pasó por el A.C. Milán y ahora juega en el Newcastle, y Nicolò Fagioli, centrocampista de la Fiorentina cedido por la Juventus; ellos son los principales indagados; también Ángel Di María, que jugó en la Juventus durante una temporada, o Raoul Bellanova, defensa del Atalanta, que ha pasado por el Torino y el Inter de Milán.Según apuntan los medios italianos, como Il Corriere della Sera, los jugadores no amañaban partidos, como ha ocurrido en otras ocasiones en el calcio italiano ni apostaban en la categoría de partidos de fútbol sino, supuestamente, en otras disciplinas, como el póker en línea en plataformas ilegales. Los investigadores descubrieron esta red mientras trabajaban en otro caso sobre irregularidades en apuestas futbolísticas. Los deportistas se enfrentan a las acusaciones de la justicia civil por ejercicio abusivo de actividades de juego y apuestas; también por blanqueo de capitales. Y corren el riesgo de ser sancionados igualmente por la justicia deportiva.La fiscalía considera que Tonali y Fagioli están en el origen del caso y después de inspeccionar sus teléfonos móviles y sus conversaciones, creen que fueron los encargados de “reclutar” al resto de apostantes. Ambos ya fueron sancionados en 2023 por la justicia deportiva, con la suspensión durante varios meses, por su implicación en un caso de apuestas de fútbol, pero ahora se enfrentan a un proceso penal por promover y participar en apuestas ilegales, un delito que contempla multas y penas de prisión.En Italia, el Código de Justicia Deportiva de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC, por sus siglas en italiano) prohíbe apostar en cualquier partido de fútbol, aunque no sea del propio equipo. Por eso, quienes quieren participar en estos juegos de azar recurren a plataformas de apuestas ilegales que, por otra parte, suelen estar ligadas a la delincuencia organizada. Para los futbolistas italianos apostar en otros deportes no está prohibido, pero hacerlo en páginas ilegales sí, que es lo que se está investigando en este caso.Atendiendo a las acusaciones de la fiscalía, el modus operandi de la trama era el siguiente: los jugadores presuntamente se ponían de acuerdo directamente con los operadores de las plataformas ilegales, que inicialmente les daban crédito para apostar. Cuando se trataba de cobrar una apuesta perdida, los dueños de las páginas de apuestas ilegales utilizaban una joyería de Milán que funcionaba como banca: los jugadores hacían transferencias rastreables y en apariencia regulares en concepto de compra de relojes, lujo y otras joyas. Recibían incluso una factura reglamentaria, pero en realidad estos artículos no se vendían. Los fiscales sostienen que las transferencias se utilizaban para saldar las deudas de juego. En algunas ocasiones, los jugadores pagaban el doble del precio de una joya en cuestión y sí recibían el objeto elegido, por lo que con este sistema la mitad del pago iba para saldar las deudas de las apuestas.Más informaciónSegún los medios locales, en el sumario de la fiscalía aparecen también los nombres de otros jugadores de la máxima categoría del fútbol italiano, compañeros de equipo de los investigados sobre los que no pesa ninguna acusación, que habían prestado importantes cantidades de dinero a Fagioli para pagar las deudas de juego que había contraído.El diario La Repubblica señala que Tonali explicó a los investigadores que al principio invertía “20.000 euros semanales” en apuestas y que en el último periodo “el pago se había convertido en mensual y rondaba los 150.000 euros”. El jugador ha reconocido que acabó contrayendo una deuda de medio millón de euros. “La ventaja de estos sitios ilegales era el anonimato, el hecho de que no había límites y concedían crédito”, ha señalado.La red intentaba captar nuevos jugadores en línea. Y para ello, supuestamente utilizaba a clientes insignia a los que premiaba con bonificaciones en sus cuentas de juego o con la reducción de sus deudas, como Tonali y Fagioli, que en una ocasión recibió 5.000 euros de los organizadores por invitar a un compañero, según apunta el mismo diario. “Bravo, atrápalo, trabaja para mí, quédate cerca de él, que si lo atrapo bien, bien, bien como cliente, claro, te haré un regalo”, le había prometido el gestor de la plataforma de apuestas ilegales al futbolista.La Fiscalía de Milán ha solicitado arresto domiciliario para los dos gerentes de las plataformas ilegales, Tommaso De Giacomo y Patrik Frizzera, y para los tres administradores de la joyería, Antonio Scinocca, Antonio Parise y Andrea Piccini. Ahora un juez deberá decidir si valida las detenciones. Por el momento, las autoridades financieras italianas se han incautado de forma cautelar de un millón y medio de euros procedente de las actividades de la trama.

Investigados varios futbolistas de la Serie A como Tonali o Fagioli por apuestas ilegales en Italia | Fútbol | Deportes
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