Daniel Arcuri Rivas viaja ya con su padre hacia Italia, una vez que se ha reunido con él a primera hora de la mañana en un procedimiento mucho más íntimo y sin la sobreexposición a la prensa que ocurrió en el primer intento, el martes pasado. La amplia acción judicial y extrajudicial desplegada tanto por los abogados de la familia como por los dos hermanos no ha sido finalmente útil para que el menor permanezca en España con su madre y Gabriel, su hermano.La resolución judicial que citaba a las partes a la entrega no incluía ningún protocolo de actuación definido. Convocaba a la madre, acompañada únicamente por el menor y su abogado, a las nueve de la mañana en la sede de los tribunales en Granada, los juzgados de la Caleta. Debían entrar en coche y no caminando. Y con un breve retraso de cinco minutos, así ocurrió. Media hora después, idéntico proceder para Francesco Arcuri, que llegó también en el vehículo de su letrado. Nada se volvió a saber en el exterior –donde a pesar de los intentos de la jueza, volvió a reunirse un gran número de medios de comunicación– hasta las 11, hora y media después del último movimiento. Juana Rivas salió de los juzgados en el mismo vehículo que entró. El siguiente en salir, a las 12.15 y a toda velocidad y escoltado por otros vehículos policiales, ha sido el vehículo en el que viajan Francesco Arcuri y su hijo. El objetivo del padre es salir lo antes posible de España y llegar a Carloforte, donde residen. El encuentro ha estado asistido por un equipo de psicólogos y asistentes sociales, como es habitual en estos casos. Según han explicado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, la magistrada de Primera Instancia del juzgado 3 de Granada ha esperado que otro juzgado resolviera unas medidas cautelares derivadas de la querella presentada el día anterior por Gabriel, el hermano de Daniel, contra su padre. La querella solicitaba la suspensión de la orden de entrega de su hermano menor. Rechazada esa opción, el proceso ha seguido. Mientras el otro juzgado comunicaba esa decisión, Juana Rivas y su hijo han estado juntos, acompañados por el equipo de psicólogos. Una vez descartadas las medidas cautelares, la madre se despidió de su hijo y abandonó las dependencias judiciales. Pocos minutos después, padre e hijo se han reunido en una sala del complejo judicial, en presencia del equipo técnico compuesto con el objetivo de llevar a cabo el trámite de entrega en las mejores condiciones posibles para el menor. El TSJA ha comunicado que “el acto se ha realizado preservando en todo momento la privacidad del menor y sus progenitores y sin interferencias de ningún otro tipo, evitando al mismo tiempo más exposiciones públicas”.Enrique Zambrano, abogado de Francesco, y presente en el momento de la reunión entre Daniel y su padre, ha explicado que “todo ha ido mucho mejor de lo esperado. Una entrega bastante ágil, una vez que el elemento disruptor ha desaparecido del entorno”. Zambrano ha comentado que “el niño se iba muy, muy contento, aunque muy cansado”.Daniel vivirá ahora en Carloforte (Cerdeña, Italia) con su padre, a quien un juzgado italiano ratificó la guardia y custodia en febrero pasado, a pesar de que en septiembre ha de comparecer en un juicio por presuntos malos tratos. Ambos vivirán en una casa que Francesco Arcuri compró hace algún tiempo en la localidad, a donde se mudaron desde la casa rural que regentaba hasta que la vendió hace algunos años. El retorno de Daniel con su padre fue ordenado por una jueza el 16 de julio pasado y tenía como fecha el martes pasado. Juana Rivas, Francesco Arcuri y el menor comparecieron en el punto de encuentro establecido, donde fueron atendidos por profesionales especializados. El menor y su hermano se negaron rotundamente a que este volviera con el padre y estos profesionales consideraron que era imposible llevar la entrega a cabo. La jueza ordenó que se intentara este viernes de nuevo y en esta ocasión, en un ambiente más sosegado y controlado, ha sido posible. Daniel llegó a España para las vacaciones de Navidad y debía regresar con su padre en los primeros días de enero. No ocurrió así y Rivas consiguió, después de un periplo judicial intenso esos días, que una jueza permitiera la permanencia del menor “para la protección con carácter de urgencia” de Daniel. Desde entonces, el niño ha vivido en Maracena, donde fue escolarizado desde el principio. En febrero, el juzgado italiano otorgó la custodia y ordenaba su regreso y, aunque un juzgado español aceptó la necesidad genérica de ese regreso, no estableció ningún procedimiento. Solo a mitad de julio, el juzgado que ahora ha completado el proceso al segundo intento puso fecha y hora para hacerlo. El despacho de abogados Aránguez, que asiste legalmente a de Juana Rivas, ha emitido un comunicado minutos después de la entrega recordando que Arcuri “está acusado por la Fiscalía Italiana de maltrato a sus hijos”. “Daniel, junto a su hermano Gabriel, es uno de los dos testigos principales”, prosigue. “Por supuesto, no nos rendiremos jamás”, insiste la nota, y explica que la “lucha se traslada a Italia”. Allí han recurrido ante el Tribunal Supremo italiano la decisión que otorga la custodia a Francesco. “Y por supuesto, solicitaremos a la Fiscalía italiana que adopte las medidas de protección oportunas”.Contactado por este periódico el ministerio de Juventud e Infancia, han declinado hacer comentarios hasta tener más información. Sira Rego, la ministra, ha tenido un papel activo estas semanas. Tras recibir una carta del menor, instó a Fiscalía a estudiar la posibilidad de frenar la entrega. También viajó a Granada, junto a la directora general de Infancia y Adolescencia, Sandra de Garmendia, que se quedó en la ciudad para acompañar a Juana Rivas y su hijo el martes y que formó parte del grupo que acompañó a la familia Rivas en su acercamiento al punto de encuentro para entregar al menor. Tras el primer intento, la ministra recibió un informe de la psicóloga que acompañó a Rivas y a sus hijos el martes por la mañana. Rego trasladó esa visión, de parte, no el informe oficial al que ha tenido acceso este diario, a la Fiscalía para que investigara si había habido maltrato institucional contra el menor. Cuándo y cómo podrá Juana Rivas ver a su hijo a partir de ahoraLa situación, en cuanto a la relación y la posibilidad de que la madre y el menor se encuentren, sin embargo, cambiará sustancialmente respecto a los años anteriores. Desde el principio, Juana Rivas ha tenido la posibilidad de visitar a su hijo en Cerdeña y el menor de viajar a España en vacaciones. El decreto del Tribunal de Apelación de Cagliari de 18 de febrero de este año, que otorga la custodia definitiva de Daniel a su padre y que, por tanto, establece que el menor conviva con él en su residencia de Carloforte, cambia el régimen de visitas radicalmente. A partir de ahora, Juana Rivas podrá ejercer su derecho de visita exclusivamente en Cerdeña. Ella podrá verlo allí los fines de semana “desde el viernes, al finalizar las clases escolares, hasta las 16.30 horas del domingo, en semanas alternas y de forma compatible con los compromisos deportivos y recreativos del menor”; durante las vacaciones de Navidad, “desde el primer día de vacaciones escolares hasta las 17.30 horas del día 30 de diciembre”, con lo que no pasarán Nochevieja juntos; o “desde las 10.00 horas del día 31 de diciembre hasta las 17.30 horas del día 6 de enero, en años alternos”. El tribunal precisa que “las vacaciones de 2025, Rivas comenzará con el primer periodo”. Además, “durante las vacaciones de verano, Rivas podrá mantener a Daniel con ella durante quince días consecutivos en la primera quincena de julio y otros quince días consecutivos en la primera quincena de agosto, salvo acuerdo entre las partes para una modificación de esta rotación”.El tribunal, tras terminar de distribuir las fechas de visita, vuelve a insistir: “Todas las modalidades de encuentro entre madre e hijo antes mencionadas, como se ha dicho, deben tener lugar exclusivamente en Cerdeña, ciertamente no con fines punitivos para la madre, sino para garantizar al menor estabilidad y serenidad en el contexto en el que se ha arraigado de manera positiva, como han atestiguado todos los informes de los servicios y las investigaciones ordenadas por la Fiscalía de Menores”.

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