“Sevilla es una ciudad llena de ratas”. Así de rotundo se manifestaba el alcalde de la capital andaluza, el popular José Luis Sanz, el pasado 17 de septiembre sobre la presencia de estos roedores en la ciudad, cuyas carreras por las calles que suelen protagonizar múltiples vídeos que los vecinos de los barrios afectados suben a las redes sociales. Justo entonces el regidor anunció un ambicioso plan de choque de 500.000 euros para acabar con la plaga, pero siete meses después, el contrato no se ha firmado aún y estos animales siguen campando a sus anchas, como acaba de alertar la organización de consumidores Facua, que se ha hecho eco de denuncias de numerosos sevillanos de distintas zonas de la ciudad que advierten de que, ahora que va a llegar el verano, su número va a aumentar.“Hay vecinos que se las encuentran cuando abren la ventana porque trepan a los árboles”, cuenta Ramón Villa, presidente de la Asociación de Vecinos El Triángulo, que aglutina las barriadas de San José Obrero o el Fontanal, las más antiguas del barrio San Pablo-Santa Justa y donde, como reconoce, “la presencia de estos animales es recurrente”. “Es verdad que donde más se ven es en las partes menos modernas, que están más cercanas a las vías del tren, donde hay zonas silvestres y las infraestructuras están peor”, explica. “El Ayuntamiento se comprometió a actuar, pero aquí sigue habiendo ratas y conforme lleguen los meses de calor van a verse más”, abunda Villa.El alcalde de Sevilla puso especial énfasis en la limpieza y la desratización durante su campaña electoral. Entonces cuestionó la estrategia del equipo de gobierno del PSOE que solo había destinado una partida presupuestaria de 30.000 euros para eliminar a estos roedores. Un portavoz municipal explica que en cuanto el PP se hizo cargo del Ayuntamiento, tras las elecciones municipales de 2023, se cambió el tipo de veneno que se utilizaba para matar a estos animales. Un año después, en septiembre, Sanz anunció su ambicioso plan que preveía destinar 500.000 euros para labores de inspección, vigilancia, identificación y ejecución de acciones de tratamiento frente a las ratas. En ese último trimestre se destinaron 160.000 euros, parte de cuyo montante se dirigió a actuar en los colegios de la capital. El resto de la partida se está licitando ahora, indican por parte del consistorio.Aunque desde el Ayuntamiento se asegura que en lo que va de año se han reducido las incidencias en un 30%, el problema de las ratas no desaparece. Facua ha denunciado la presencia de roedores en más de una veintena de calles de distintos barrios de la ciudad, tanto periféricos, como del centro. “Suponen un riesgo muy alto para la población, además de una imagen lamentable de la ciudad”, advierte la organización en la carta que ha remitido al alcalde, en castellano, inglés y catalán, siguiendo la iniciativa que tuvo el propio regidor cuando, hace unas semanas le envió una misiva al ministro de Transportes, Óscar Puente (PSOE), reclamando más inversión en infraestructuras en la capital andaluza, en español y en catalán, en alusión a las “cesiones” ante las demandas del Gobierno catalán.El problema de las ratas urbanas no es exclusivo de la capital andaluza. “Es algo común a muchas ciudades españolas y la proliferación se debe a factores climáticos, pero también al crecimiento urbanístico”, explica Rubén Bueno, doctor en Biología y director técnico de Rentokil Initial España, empresa especializada en control de plagas e higiene ambiental. Para Bueno es esencial que los gobiernos municipales incidan en la observación y prevención, con la aplicación de ralenticidas (venenos), y el empleo de nuevas tecnologías, como trampas y la vigilancia de los puntos calientes. “Se trata de realizar un control integrado que deber mantenerse durante todo el año, no hay que ser reactivo en el momento en el que hay más organismos, hay que actuar de manera permanente para poder detectarlos de forma temprana para prevenir su proliferación”, aconseja el experto.Lo que durante la campaña electoral y hace siete meses para Sanz sí parecía ser un problema de salud pública, a tenor de sus propias declaraciones y tuits sobre la presencia de ratas en la ciudad, ahora quiere rebajarse por parte del consistorio que dirige. “No se debe alarmar a la ciudadanía con un asunto tan importante como la salubridad pública”, declaró el pasado jueves el delegado municipal de Espacio Público, José Lugo. Sin embargo, Bueno advierte de que estos roedores “son un reservorio de patógenos que pueden afectar a la salud de los seres humanos”. El biólogo explica que en algunas ciudades de España ya se ha detectado la circulación en estos animales de parásitos como el Angiostrongylus cantonensis, que puede causar meningitis eosinofílica en humanos, y la Leishmania infantum, que provoca la leishmaniasis.Pese al mensaje de calma lanzado desde el Ayuntamiento, el hecho es que los ciudadanos ya están inquietos. “Aquí tenemos ratas todos los años, las tuvimos en el primer trimestre y avisamos y vinieron desde el Ayuntamiento, pero conforme llegue el calor, estamos seguros de que van a aparecer. Ahora están en Pino Montano, porque están con las obras del metro, pero llegarán aquí”, advierte Mercedes Ruiz, directora del CEIP San José Obrero. Este fue uno de los tres de los colegios públicos sevillanos, de un total de 109, que alertó de la presencia de estos roedores en 2023. Ruiz asegura que el plan de desratización de estos centros de enseñanza que puso en marcha el Ayuntamiento a principios de septiembre del año pasado no pasó por el suyo. “Aquí aparecieron después, y cuando les llamamos, sí que se arregló el tema”, indica.Obras, basuras, ratas grises y ratas marronesSan José Obrero es un barrio acostumbrado a estos animales. “Estamos cerca de las vías del tren, muy cerca de El Vacie [el asentamiento chabolista más antiguo de Andalucía]hay muchos residuos, los contenedores están reventados por la gente que rebusca…”, explica Ruiz. El año pasado, en verano, vecinos de esa barriada llegaron a formar un comando para atrapar a las ratas.Tal y como describe la directora del colegio, la orografía y el entorno de los barrios puede determinar la proliferación de las ratas urbanas. “La gestión de residuos es muy importante, la acumulación de basura en la superficie, una mala recogida en parques y jardines, la comida que se les deja a los gatos o las palomas… todo eso les sirve de alimento”, advierte Bueno, que también llama la atención sobre las obras urbanas, a las que Ruiz se refería en el caso del barrio de Pino Montano, donde se han incrementado las denuncias por la presencia de roedores coincidiendo con los trabajos del metro: “Siempre que vamos a acometer una obra se debe planificar con antelación el tratamiento de choque semanas antes”.El alcantarillado sí es un lugar común en toda la ciudad propenso a la proliferación de la rata gris, la que está en superficie y suele verse en los parques. “Es importante aplicar anticoagulantes de forma adecuada, dosificarlos e ir cambiando de compuesto para evitar que se acostumbre y se hagan inmunes”, indica Bueno, que también alerta sobre otra especie de rata urbana que está aumentando su presencia en las ciudades: la marrón, que trepa por los árboles y hace allí sus nidos. “A cada una hay que combatirla con distintas estrategias, por eso es esencial hacer un buen diagnóstico”, advierte el biólogo.Las ratas grises son las que Villa ha visto en el Parque de Miraflores –“en la zona del lago se ven cantidad”, indica- y las marrones son con las que se han topado sus vecinos al abrir las ventanas encaramadas a los naranjos. “Es verdad que han podado los árboles de una manera que impide que trepen tanto, pero siguen haciéndolo”, reconoce Villa. “La impresión que tenemos es que, si esto fuera el centro de Sevilla, si por aquí vinieran los turistas, habría una mayor intervención municipal y esto no pasaría”, recalca.

Las ratas campan a sus anchas por Sevilla: “Se ven al abrir la ventana porque trepan a los árboles” | Noticias de Andalucía
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