La presidenta de Navarra, María Chivite, el pasado 10 de abril en el Parlamento.Jesús Diges (EFE)En la década de los sesenta, el Gobierno franquista quitó a Navarra la competencia exclusiva en el control de carreteras, lo que en la actualidad conocemos como competencia de Tráfico y Seguridad Vial. Desde entonces, esas competencias las tenía la Guardia Civil y las ejercía de manera conjunta con la Policía Foral. Los sucesivos gobiernos navarros quisieron recuperarla de forma exclusiva y este martes, tras varios escollos políticos y judiciales, el Boletín Oficial del Estado (BOE) y el Boletín Oficial de Navarra (BON) han publicado el Real Decreto que determina el traspaso a la Comunidad foral de las funciones en materia de tráfico y circulación de vehículos a motor.Navarra es ya la tercera comunidad, después de Cataluña y Euskadi, en asumir en exclusiva las labores de vigilancia y control de carreteras, así como la gestión de las multas. “Hace casi 100 años se aprobó el cuerpo de la Policía Foral de tráfico y posteriormente fue la dictadura franquista la que suprimió una parte de esas competencias. Hoy lo que hacemos es recuperar esa competencia en materia exclusiva y seguir desarrollando nuestro autogobierno para buscar una policía foral integral en todos los servicios”, ha celebrado el vicepresidente primero del Ejecutivo foral y consejero de Presidencia, Félix Taberna.El proceso para lograrlo no ha sido sencillo. Ya en el año 2000, el Gobierno de José María Aznar (PP) se comprometió con el Ejecutivo de Miguel Sanz (de la formación navarra UPN) a avanzar en este tema, pero no fue hasta 2018 –con Pedro Sánchez y Uxue Barkos (Geroa Bai) como respectivos presidentes— cuando se dieron los primeros pasos efectivos para desarrollar este acuerdo.En marzo de 2023, ya con la socialista María Chivite en la presidencia de la Comunidad foral, se selló el pacto y se aprobó el real decreto de traspaso. No obstante, poco después, la asociación Justicia Guardia Civil (JUCIL) lo recurrió ante el Tribunal Supremo. En febrero del año pasado, el Alto Tribunal anuló la norma al considerar que existía un fallo de forma: no podía hacerse por un real decreto, pues ni la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra (LORAFNA, el equivalente a los estatutos de autonomía de otras comunidades) ni el derecho histórico reconocen las competencias de tráfico para la comunidad. La resolución sí admitía la posibilidad de que Navarra asumiera esta función, “pero, o bien reformando la LORAFNA, o bien, mediante una ley orgánica”. Se optó por la primera opción y en abril de 2024 se acordaron los cambios necesarios (en los artículos 49 y 51). Desde entonces, el texto ha superado con éxito los diferentes trámites parlamentarios hasta ser publicado este martes en los boletines oficiales de España y de Navarra.Según el acuerdo alcanzado por la comisión mixta de la Junta de Transferencias, el despliegue de los agentes de Policía Foral para la vigilancia y control del tráfico se irá produciendo “de manera progresiva” en un plazo máximo de tres años. Entonces, la Policía Foral asumirá en exclusiva las labores de vigilancia y control de carreteras. Durante este periodo, la Guardia Civil continuará ejerciendo estas funciones “en las vías interurbanas y en travesías cuando no exista policía local”. Por otro lado, la Administración del Estado seguirá tramitando, resolviendo y recaudando las sanciones desde este martes, fecha efectiva del traspaso, hasta el 30 de junio de 2026, con independencia del cuerpo policial que formule la denuncia.A partir del 1 de julio de 2026, esta función corresponderá al Gobierno de Navarra.Pese a las declaraciones de algunas formaciones políticas de la derecha, la asunción en exclusiva de las competencias de tráfico por parte de la Policía Foral no va a suponer la salida de la Guardia Civil de Navarra. En la comunidad trabajan actualmente alrededor de 1.580 agentes, de los que apenas 150 están en el servicio de tráfico. Con este traspaso, se les abren tres posibilidades: pedir un nuevo destino dentro de la Agrupación de Tráfico, solicitar su recolocación en otros servicios del cuerpo en Navarra o incorporarse a la Policía Foral como funcionarios autonómicos, a través de una “pasarela” que se activará próximamente.

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