La expectación en París reflejaba la que se vivía en todo el mundo digital. No era para menos: la compañía japonesa Nintendo ha presentado este jueves al mundo su nueva consola, la Nintendo Switch 2, sucesora de su gran éxito, la Switch, que desde que llegó al mercado en 2017 ha vendido más de 150 millones de unidades en todo el mundo. Del Grand Palais parisiense colgaban desde primera hora banderas gigantes rojas con la N de la compañía japonesa y, dentro, invitados por la empresa, periodistas de todos los rincones del mundo probaban con sus propias manos la consola que se ha convertido en una de las noticias más importantes del ocio digital en los últimos años.Más informaciónLa nueva videoconsola saldrá a la venta el próximo 5 de junio y será el nuevo hogar de algunos de los personajes más famosos de la cultura popular, como Mario, Kirby, Peach, Donkey Kong o la princesa Zelda. “Hemos escuchado a los usuarios”, decía, en el centro del palacio Gustavo Viúdez, director general de Nintendo Ibérica. “La idea híbrida de la Switch gustó a los jugadores, y en eso se parecen las dos consolas. A partir de ahí, hay muchas diferencias. Desde la parte tecnológica a nuevas funciones para agrupar usuarios”. Viúdez se refiere así a una de las novedades que pretende ser central en la consola: un botón que habilitará a los jugadores un chat por voz con el resto de los usuarios e incluso les dejará compartir una especie de videollamada en la que todos se verán las caras mientras juegan. No es el único cambio: los mandos Joy-Con se han mejorado con un anclaje más firme y nuevas funciones, y la consola incorpora dos puertos USB-C para conectar accesorios, como una cámara (vendida por separado). Además, se ha optimizado el sonido y el micrófono.Tanto el evento de París como el impacto mediático del anuncio de la consola certifican la querencia de los jugadores por el hardware, por los dispositivos físicos, en un mundo en el que proyectos enfocados en el juego en la nube (Google Stadia, Xbox Cloud Gaming…) o bien han fracasado o bien no han terminado de despegar. De todos modos, la gran baza de la Switch es un completo catálogo de salida (50 juegos, entre ellos Mario Kart World o Donkey Kong Bananza) y los títulos que vienen en el futuro: el esperadísimo Metroid 4: Beyond, el sorprendente y exclusivo para la consola Duskbloods, el deseado desde hace años Silksong… En París se pudieron jugar con un buen puñado de ellos para demostrar lo que es la gran apuesta de la compañía desde siempre: no construye juegos extremadamente complicados, sino experiencias más amables y accesibles. “Nintendo siempre ha procurado que cualquier persona, sin importar su destreza en los videojuegos ni su experiencia, pueda disfrutar desde el minuto uno”, defiende Viúdez. Sobra decir que la accesibilidad no está reñida con la capacidad de crear un buen número de obras maestras, como el Super Mario Odyssey o los dos juegos de la saga Zelda. Todos los juegos de la primera Switch se podrán usar en esta nueva consola.El aparato presentado cumple con varias de las características que ya señalaban los expertos y la prensa especializada: un mayor tamaño de pantalla, nuevos mandos que se alejan del mecanismo de acople actual y retrocompatibilidad con los juegos de Nintendo Switch. Tiene todos los ingredientes para convertirse en una bomba que se imponga en el mercado, pero parte de la comunidad de jugadores le está afeando dos cosas: el excesivo continuismo y el precio.Sobre lo primero no hay dudas, en principio: Nintendo ya hizo experimentos que salieron mal, como cuando pasó de la Wii (una consola exitosísima, que superó los 100 millones de unidades) a la Wii U (que apenas logró alcanzar los 14 millones de ejemplares). Nintendo no se la va a jugar otra vez. Con la Switch dio en la tecla con una consola híbrida (portátil, pero conectable al televisor), fácil de usar y más barata que sus competidores, por lo que la apuesta ahora es decididamente continuista. Esto puede convertirse en una trampa: la nueva consola llega con la vara alta que dejó su predecesora, con más de 150 millones de consolas vencidas y acercándose al récord histórico de la PlayStation 2 de Sony, lanzada en 2000, que ha vendido más de 160 millones de ejemplares.Imagen de ‘Mario Kart World’, juego de lanzamiento con la Nintendo Switch 2.NINTENDO (NINTENDO)Ese continuismo existe, pero es más cosmético y de experiencia de uso que otra cosa, porque las tripas de la consola son muy distintas a la de su predecesora, a la que justamente se le achacaba su escasa potencia tecnológica. Las especificidades técnicas de esta Switch 2 dirán mucho a los entendidos (pantalla LCD táctil de 7.9 pulgadas con resolución 1080 píxeles. En modo TV, 4K a 60 fotogramas por segundo y hasta 120 en resoluciones menores. Almacenamiento es de 256 GB, batería de hasta 6,5 horas de duración…), pero, en honor a la verdad, lo importante es decir que los vídeos que comienzan a poblar internet no hacen justicia a una consola que, cuando se tiene delante, se ve condenadamente bien tanto en televisión como en modo portátil. Tanto en potencia gráfica como en tasa de refresco, Nintendo juega por fin en las grandes ligas.La segunda crítica es difícilmente refutable, pues la consola costará de salida 469,99 euros. Quizá no sea tanto si atendemos a sus prestaciones, pero la comunidad de jugadores ha puesto la diana en otro frente: los juegos costarán en torno a 90 euros, rompiendo una tradición no escrita desde hace dos décadas por la que los juegos han costado en torno a 60. “Creemos que damos muchas horas de contenido por ese precio, y que además podrán jugar muchas personas en la misma casa”, explica Viúdez. Esa ha sido siempre la baza de Nintendo: juegos que pueden jugar los no expertos y que entretienen por igual a grandes y pequeños. En eso son los mejores.Más informaciónEn París, en medio de la recién estrenada primavera, había tortas entre la prensa para sentarse a probar el nuevo modo de juego del Mario Kart: un modo supervivencia que permite hasta 24 jugadores simultáneos y que, a buen seguro, será tendencia mundial en cuanto la consola llegue al mercado. En todas las salas del Grand Palais (se diría que en todo París) se escuchaba el sonido de los automóviles calentando. Mario ha arrancado motores. Está listo para una nueva carrera.

Shares: