Con el clásico chirimiri de fondo y el rugido previo a la tormenta que obligó a parar el festival Bilbao BBK Live, Kobetamendi recibió a las 20.00 horas del viernes a Kneecap, la banda de Belfast. Lo primero que mostraron fue una serie de mensajes en la pantalla en los que se podía leer “Israel está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino que está siendo permitido por los gobiernos occidentales. Más de 60.000 personas han sido asesinadas por Israel en 18 meses. Palestina libre”. Más informaciónEl público, ataviado con banderas de Palestina, de Irlanda, de País Vasco y de Cataluña, y con algún que otro pasamontañas con la bandera irlandesa, en honor al outfit habitual de uno de sus miembros, esperó con ansia la salida del trío, que les saludó al grito de “Euskal Herria”. Salieron a un escenario donde solo reinaba una mesa de mezclas y una ikurriña y ofrecieron un espectáculo de 50 minutos en los que su discurso fue igual de importante que su música. En el público, cientos de pancartas con la bandera de Palestina y un mensaje claro: “Palestina askatu” (libre, en euskera). Kneecap, cuyos miembros portaron los clásicos pañuelos palestinos, realizó la noche del viernes en el festival vasco algo parecido a lo que lleva ofreciendo desde su creación, en 2017. Pero es ahora cuando sus recitales concitan un maremágnum de polémicas, porque su discurso expeditivo pone sobre el escenario, de forma incendiaria, conflictivas temáticas de un mundo con mucho de lo que avergonzarse. Hace dos semanas el departamento de la policía inglesa de Avon y Somerset abrió una investigación al grupo tras su actuación en el festival de Glastonbury, donde lideró los gritos de “Palestina libre” de la multitud y mostró su apoyo a Palestine Action (Acción Palestina), un grupo de protesta que el gobierno de Reino Unido ha calificado como organización terrorista. También está bajo vigilancia policial la banda londinense de punk-rap Bob Vylan, que en el mismo escenario gritó “death, death to the IDF” (“Muerte, muerte a las Fuerzas de Defensa de Israel”). Kneecap también arremetió contra el primer ministro británico, Keir Starmer, quien había calificado de “inapropiada” su presencia en este evento musical, uno de los más populares del mundo: “El primer ministro de su país, no el mío, dijo que no quería que tocáramos, así que que se joda Keir Starmer”. Starmer, por su parte, señaló: “No hay excusa alguna para un discurso del odio tan escandaloso. Ya dije en su momento que nadie debía ofrecer una plataforma a Kneecap”. Más de 100 músicos populares firmaron una carta pública en apoyo al grupo, incluidos Massive Attack, Pulp, Fontaines DC o Idles, para lograr que pudiesen actuar en este festival y allí estuvieron, a pesar de que la BBC decidió no emitir su actuación en directo para cumplir con sus “pautas editoriales”. @elpais La banda irlandesa Kneecap, a la que hace dos semanas el departamento de la policía inglesa abrió una investigación tras su actuación en el festival de Glastonbury por sus gritos por una “Palestina libre”, han vuelto a mostrar su apoyo a Gaza y los palestinos en el festival Bilbao BBK Live, donde también han lanzado proclamas por el pueblo vasco: “Crecimos aprendiendo del pueblo vasco, de la lucha vasca y el reto de salvar el euskera. Los irlandeses siempre se han sentido identificados y por eso apoyamos al pueblo palestino”. #bbklive #musica #musicaentiktok #palestina #israel #gaza #kneecap ♬ sonido original – El País En Bilbao, Kneecap lleno de pogos un concierto en el que sacaron al escenario a Sol Band, un grupo de músicos de Gaza que cantó a capela, que previamente dijo ser “superviviente de un genocidio” y que agradeció a la formación musical esta oportunidad: “Hoy estamos aquí para decirle a todo el mundo que somos palestinos. Para enseñarle al resto del mundo la vida. En realidad, somos músicos, pero ahora estamos hablando de nuestras historias, hablando de la vida, hablando de la situación que vivimos durante muchos meses en Gaza durante el genocidio”.Kneecap junto a la formación de músicos de Gaza este viernes en Bilbao. A mitad de concierto, Kneecap volvió a hacer un alegato en defensa de los idiomas vasco y catalán, así como del suyo, el irlandés. Asegurando que el País Vasco y Cataluña siempre ha sido una inspiración para el pueblo irlandés y que siempre les han apoyado: “Crecimos aprendiendo del pueblo vasco, de la lucha vasca y del reto de salvar el euskera. Los irlandeses siempre se han sentido identificados y por eso apoyamos al pueblo palestino. Sabemos todo sobre colonización y lo que les pasa a los dictadores. Por alguna razón, después de muchos años de colonialismo en Irlanda, los irlandeses siguen equivocados, igual que los vascos, que los catalanes y está sucediendo ahora en Palestina. Pero sabemos la maldita verdad”. Uno de sus miembros, DJ Próvaí, fue el encargado de portar una bandera del País Vasco al cuello con el mensaje “Los vascos deciden”, y que fue lanzada por la plataforma ciudadana trabaja por el “derecho de autodeterminación”, Gure Esku. Pero, quién está detrás de esta banda, qué se propone y por qué están cancelando muchos de sus conciertos. Kneecap es un trío de rap que procede de Irlanda del Norte, canta en gaélico irlandés y en inglés. En sus conciertos acusan a Israel de genocidio en Gaza. Pero esa es solo una de sus temáticas: en sus letras se habla de fiestas llenas de drogas, de su deseo por “liberar a Irlanda del Norte del dominio británico” y, en general, de poner los medios para dinamitar el sistema. Su biografía de Spotify es clara: “Condenados por los políticos, adorados por sus fans, expulsados ​​de sus propios conciertos y abarrotando las carpas de los festivales, Kneecap es un fenómeno cultural”.Los nombres artísticos de sus integrantes son Mo Chara, Móglaí Bap y DJ Próvaí y desde sus inicios se metieron de lleno en el conflicto de Irlanda y en la defensa de su lengua, llegando a la gente a través de sus letras políticamente incorrectas: “Nuestro día llegará, expulsa a los británicos, muchacho”. Sus conciertos se han convertido en una trinchera que resulta tan atractiva como hostil, una rave donde se junta la diversión y el desafío. En uno de estos recitales en Londres en 2024, Mo Chara, cuyo nombre real es Liam Óg Ó hAnnaidh, se encuentra en libertad bajo fianza tras declarar el pasado junio por un cargo de terrorismo tras salir a la luz imágenes de él mostrando una bandera de Hezbolá en un concierto en Londres el año pasado. La banda ha insistido que se trata de imágenes sacadas de contexto y ha negado cualquier tipo de apoyo a esta formación política y militar chií libanesa, cuyo grupo armado es considerado una organización terrorista por la Unión Europea y por Reino Unido. Mo Chara, de 27 años, también está acusado de decir “arriba Hamás, arriba Hezbolá”, algo que, según explicó a The Guardian en una entrevista, era una broma y parte de su personaje en el escenario. En un comunicado aseguraron a las autoridades británicas que se defenderían y que ellos no eran el problema, que “el problema es el genocidio en Gaza”: “Nosotros estamos orgullosamente al lado del pueblo. Ustedes son cómplices de crímenes de guerra. Nosotros estamos en el lado correcto de la historia. Ustedes no”.DJ Próvai en el concierto de Kneecap en Kobetamendi.Aldara Zarraoa (WireImage/Getty)Incómodos pero atractivosBilbao BBK Live los incorporó a última hora a su cartel. En un comunicado, el festival aseguró que “en tiempos de conflicto y censura, la música sigue siendo un altavoz imprescindible” y que la presencia de Kneecap en el festival era “un acto de resistencia cultural, una celebración de la libertad de expresión y de quienes, como ellos, no temen alzar la voz ante la injusticia”. Agregaron que en la cita vasca siempre habría espacio “para las voces que incomodan, que cuestionan y que se niegan a callar”.Ya venían con polémicas previas a sus espaldas. Una de las más sonadas, la de Coachella, el abril pasado. El grupo proyectó el siguiente mensaje en la pantalla: “Israel está cometiendo genocidio contra el pueblo palestino. Lo está permitiendo el Gobierno de Estados Unidos, que arma y financia a Israel a pesar de sus crímenes de guerra. Palestina libre”. Sobre el escenario del festival californiano, Mo Chara también dijo, refiriéndose a los palestinos, que los irlandeses habían sido “perseguidos a manos de los británicos”, pero que nunca habían sido “bombardeados desde los cielos sin ningún lugar adonde ir”. La película de sus vidasEl nombre de este trío con afinidades republicanas es una declaración de intenciones: Kneecap significa rótula, y en realidad hace referencia a la forma de castigo del Ejército Republicano Irlandés (IRA por sus siglas en inglés) contra traficantes e infiltrados, que consistía en pegar un tiro en la rótula. Este trío cuenta con una película homónima donde los integrantes se interpretan a sí mismos. El filme, estrenado en 2024 y que está financiada, en parte, por el popular actor Michael Fassbender (que también aparece como secundario) y dirigida por Rich Peppiatt —en España se puede ver en Filmin—, les alzó a la fama internacional: fue galardonada en Sundance y logró uno de los cinco premios Bafta (los Goya ingleses) a los que optaba. Se trata de un biopic con licencias y que narra en primera persona el inesperado salto a la fama de esta banda formada por dos amigos de la infancia y camellos de clase obrera (Naoise Ó Cairealláin y Liam Óg Ó Hannaidh) que hacen equipo con un profesor de música (JJ Ó Dochartaigh). El filme recuerda un poco a Trainspotting o a Réquiem por un sueño: drogas, fiestas, evasiones y reivindicaciones. Desde el inicio de la película manifiestan su resistencia cultural a través del idioma: “Cada palabra en irlandés es una bala disparada por la libertad de Irlanda”.En esta parodia de sus vidas también mencionan una de sus primeras grandes controversias, que tuvo lugar en 2019, cuando tan solo 24 horas después de la visita de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton al Empire Music Hall de Belfast, actuaron y volvieron a gritar en inglés “¡Fuera británicos!”. Pero ellos recuerdan que su odio no es hacia los británicos, sino hacia su gobierno. DJ Provaí, en Glanstonbury.Matt Cardy/Getty Images (Getty Images)Kneecap también ganó un caso judicial contra una de las lideresas del partido conservador británico, Kemi Badenoch, que había bloqueado una subvención artística para la banda alegando políticas antibritánicas. Ya en 2023 se filtraron unas imágenes del trío en las que parecían decir “el único buen conservador es un conservador muerto”, aunque explicaron que se habían sacado de contexto y se disculparon por el daño causado a las familias de los diputados británicos asesinados Jo Cox y Sir David Amess.Con todos los ojos puestos sobre ellos desde Coachella, alegan que lo suyo es una sátira y que son víctimas de una maniobra de distracción: “Si crees que lo que hace una banda satírica que interpreta personajes en el escenario es más escandaloso que el asesinato de palestinos inocentes, entonces deberías hacer algo”.

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